Los residentes de Son Sardina están desesperados por los malos olores que sufren desde mayo y, frente a la falta de soluciones por parte de Tirme y Emaya, piden al Seprona que investigue el origen. La asociación de vecinos presentó una denuncia ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil en la que expone que "los problemas de olores se han extendido y afectan a una gran área, resultando ser una verdadera tortura para los vecinos". según se puede leer.

Destacan su preocupación por la situación y solicitan al Seprona que se pronuncie respecto a si, una vez averiguadas las causas, "los hechos pudiesen ser constitutivos de un delito de emisiones ilegales contra el medio ambiente del artículo 325 del Código Penal", tal como añaden.

Al inicio del escrito entregado al Seprona explican que, "desde que Son Reus concentra todas las instalaciones relacionadas con la gestión de residuos, la población de Son Sardina y sa Garriga, así como vecinos rurales de la zona, han visto incrementado en intensidad y número las molestias que estas instalaciones ocasionan", como por ejemplo "ruido, olores, aumento del tráfico, calidad del aire, contaminación de los acuíferos cercanos por lixiviados, etc." Sin embargo, desde mayo se ha agravado el hedor hasta límites "insoportables", añaden.

Por este motivo, especialistas de la concesionaria Tirme y un grupo de vecinos han trabajado conjuntamente este verano para tratar de averiguar el origen, pero no lo han logrado. Este mes se han sumado técnicos de la empresa municipal Emaya por si la causa fuese una red de alcantarillado cercana, aunque tampoco tienen ninguna certeza de que sea eso. El martes se celebró una reunión con expertos, los responsables políticos del Consell y Emaya, y una treintena de vecinos, en la que se detallaron los pasos dados hasta el momento y las hipótesis en las que están trabajando. Una es "que el origen se halle en el vertedero de efluentes y lixiviados que se tiran a la red desde diversas instalaciones".

Entre la noche del jueves y la madrugada de ayer volvieron a sufrir el "insoportable olor", por lo que los vecinos están empezando a "perder la paciencia".