Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Palma a palma

Cacofonía

Cacofonía

A hora todo el mundo tiene un móvil. Para llegar a esa conclusión no hacen falta estudios universitarios. Pero no todos los usos del telefonillo son iguales, ni tampoco sus usuarios. De manera que uno va descubriendo poco una fenomenología desconocida. Un espectáculo humano insólito.

Como por ejemplo la cacofonía múltiple.

Porque a pesar de que los auriculares fueron inventados hace ya años, muchos no se han enterado. Y es algo bastante usual encontrarte en un bar, por ejemplo, con alguien que tiene el sonido del móvil a todo volumen como si estuviera solo.

Algunos caminan por la calle con la música portátil, a veces incluso pasada por unos pequeños amplificadores. Otros ven películas o vídeos. Que repiten una y otra vez sin el menor reparo. Hablan a gritos. Uno ha llegado a ver grupos de ´excursionistas´ con su música en plena naturaleza.

Caminamos hacia una cacofonía cósmica. Que se basa sobre todo en una percepción cada vez más pendiente de los estímulos externos. Sin

llos, parece que la mente humana no pudiera funcionar. Entras en un restaurante y te ponen la tele. Te sientas en una terraza vacía y te disparan el canal de música. Como si formara parte del servicio. Como si en silencio la gente se aburriera. O fueran incapaces de disfrutar de la vida.

En el fondo, muchos de esos estímulos exteriores no hacen sino disimular la ausencia de estímulos interiores. Vivir constantemente espoleado por músicas, noticias, ofertas, discusiones. Pensar lo mínimo posible. Consumir.

¿Hubieran pintado los cazadores paleolíticos los bisontes de Altamira de haber tenido móvil?

Compartir el artículo

stats