Una decena de activistas de Anima Naturalis se concentraron ayer en la plaza de Cort, coincidiendo con la celebración del pleno municipal, para exigir la supresión de las galeras de caballos y su sustitución por vehículos eléctricos de época.

El portavoz de esta asociación animalista, Guillem Amengual, recordó que se trata de una promesa electoral de Més, integrante del equipo de gobierno municipal. Asimismo, exigen que se avance en la definitiva aprobación de una nueva ordenanza que regule la prestación de este servicio público "que sea restrictiva" y que garantice el derecho de los animales.

Amengual afirmó que la ordenanza actual "se incumple a diario" y calificó de "ridícula" la cifra de 20 denuncias impuestas por el Ayuntamiento estos últimos meses, de las cuales una se ha materializado en sanción, "ya que este número se podría poner a diario".

Según Amengual, su propuesta permitiría también el mantenimiento de los puestos de trabajo de los propietarios y conductores de las galeras, por lo que solicitan que se haga una prueba y que se adquiera un vehículo eléctrico de estas características.

Con el fin de que los infractores paguen las multas que les imponen, los animalistas proponen que en la nueva ordenanza se incorpore la posibilidad de que la cuantía de la sanción se pueda sustituir por días de trabajo.

Por su parte, el concejal de Movilidad, Joan Ferrer, afirmó que la nueva normativa incorporará una serie de preceptos que permitirán "garantizar el bienestar de los caballos y al mismo tiempo ofrecer un servicio de calidad".

Ferrer explicó que están trabajando en la incorporación de normas que obliguen a moderar la actividad de los caballos en los meses de más calor y otras mejoras relacionadas con el bienestar de los animales.

La nueva normativa, tal como explicó el concejal, también incorporará aspectos laborales relacionados con "el cumplimiento del régimen de autónomos y otros preceptos incluidos en la legalidad vigente".