No han ido tras la pista de un asesino, aunque el motivo de la investigación huele casi a cadáver. Han recabado pruebas, cruzado datos empíricos e inspeccionado la escena del crimen para saber quién está matando con su fétido olor a los vecinos de Son Sardina. Como la policía científica del CSI, un grupo de afectados y expertos de la empresa de residuos Tirme han estado analizando durante todo el verano qué clase de hedor sufren -"ácido, acompañado de un aire denso"-, a qué horas se produce -"sobre todo de noche y madrugada"-, qué condiciones atmosféricas prevalecen cuando la situación es peor -"calor y poco viento"- y qué ha cambiado en la zona respecto a otros veranos, ya que la incineradora y el antiguo vertedero de Son Reus llevan allí desde hace décadas.

"Empezamos a notar el olor a mediados de mayo. Yo vivo en la calle Ribas, que confluye con la carretera de Sóller, por donde se llega a la planta de residuos, por lo que llamé a Tirme", como relata Yolanda Fernández. También se lo comentó a su vecina Carolina Lomas, quien le dijo que sentía lo mismo, "un olor muy fuerte, de madrugada, que el verano pasado no estaba", según recuerda. Las dos tienen bebés y se alarmaron debido a la "posible toxicidad y otros efectos, como irritabilidad y dolor de garganta".

Yolanda se puso en contacto con la asociación de vecinos de Son Sardina y, cuando la entidad mencionó este problema en su página de Facebook, residentes de diferentes zonas del pueblo palmesano afirmaron que ellos también lo habían notado. Rosa Togores dice que "alguna gente lo compara con el olor de un pollo al quemarlo para quitar las plumas"; Guillem Ferriol describe que "es muy persistente, porque una vez que te entra en la nariz, no sale" y, como creía que procedía de los contenedores de Emaya, "porque no los limpian", intentó llamar a la empresa municipal, pero nunca le respondieron. Según Paquita Nicolau, "es como una burbuja que pesa y se va moviendo poco a poco cuando apenas hay viento, es peculiar y muy desagradable".

Trabajo de campo

Tras las primeras quejas a Tirme, técnicos de la concesionaria y de Emaya, además de la presidenta, Neus Truyol, se reunieron con una representación vecinal. "Nos extrañó mucho, ya que no había ocurrido antes y no está pasando en zonas más cercanas a la planta incineradora", señala un portavoz de la empresa contratada por el Consell. "Tanto unos como otros explicaron el funcionamiento de sus respectivas instalaciones -el vertedero sellado es competencia de Emaya-, aunque ninguno de los dos sabía la causa", resume la vecina Tina Fernández. Maribel Uribe apuntó en esa reunión que "el olor podría proceder del viejo vertedero, ya que a veces lo abren", aunque Emaya lo rebatió.

A partir de entonces, varios de los afectados y técnicos de Tirme se pusieron manos a la obra para tratar de averiguar el origen. Los profesionales se unieron al grupo de WhatsApp ´Xarxa de Pudors Son Sardina´ -donde los vecinos se van informando de las zonas y días en los que aparece el hedor- y acudieron diversas noches para comprobar in situ el problema. "Se han involucrado mucho, han contestado mensajes a altas horas de la noche e incluso la empresa ha contratado ´narices´ (expertos en olores), por lo que no hay queja alguna hacia ellos, pero queremos saber qué ocurre", como incide Tina Fernández.

Tras cruzar los datos del grupo de WhatsApp con la actividad de Tirme y las corrientes de aire, han concluido que el viento no es el único factor de dispersión del olor y hay tres focos donde es mucho más intenso: la gasolinera de la carretera de Sóller, la calle Ribas y la nueva rotonda, explican desde la empresa. Asimismo, "casi por casualidad, descubrimos que una red de alcantarillado transcurría paralela a la carretera de Sóller y que, cuando llegaba a Son Sardina, cruzaba hacia ese núcleo de población", añaden. Los técnicos comprobaron todos los pozos de registro y vieron que la mayoría no estaban sellados, por lo que en ocasiones se desprendía un fuerte olor, destacan.

Las últimas quejas vecinales coinciden con la salida del hedor, como han constatado esta misma semana, por lo que ya tienen los primeros indicios y parece que la investigación llega a buen fin. En esta canalización vierten aguas sucias Emaya, Tirme, el polígono de ses Veles y más usuarios. Ahora toca que todos ellos se pongan de acuerdo para arreglarlo y que no vuelva a ocurrir.