Pese a la dificultad técnica, el Ayuntamiento de Palma prevé disponer de la zonificación prevista en la ley turística que determinará en qué zonas de la ciudad se pueden arrendar viviendas plurifamiliares y en cuáles no, antes de que se inicie la próxima temporada alta. El alcalde de Palma, Antoni Noguera, ha fijado una fecha aproximada: el próximo mes de abril. No obstante, el exalcalde de la ciudad y actual responsable de Urbanismo, José Hila, no se atreve a ser tan preciso, aunque manifiesta que el documento va a estar listo "cuanto antes".

En la misma línea se pronunció el gerente de Urbanismo de Cort, Joan Riera, quien manifestó que la zonificación no es una cuestión de manifestarse a favor o en contra de posibilitar el alquiler, sino que la decisión se tiene que acompañar de informes técnicos y jurídicos que la avalen.

En este sentido indicó que el Ayuntamiento ya cuenta con varios informes elaborados con motivo de la aprobación de la moratoria de establecimientos turísticosmoratoria de establecimientos turísticos, que afecta al centro de Palma, el primer Eixample, la barriada de Santa Catalina y la Platja de Palma. No obstante, aún no se ha decidido si finalmente se va a contratar a una empresa externa para realizar estos trabajos dada su complejidad.

El cualquier caso, tanto Hila como Riera rechazan las declaraciones del presidente de la patronal del alquiler vacacional, Joan Miralles, quien acusó al Ayuntamiento de Palma de retrasar adrede la zonificación prevista en la Ley, con el fin de evitar que se puedan solicitar licencias evitar que se puedan solicitar licencias para el arrendamiento vacacional de pisos el próximo verano.

Según el gerente de Urbanismo, paralelamente a la redacción de informes sobre el impacto del alquiler vacacional sobre el acceso a la vivienda por parte de la ciudadanía, se van a mantener reuniones con los responsables del Consell de Mallorca con el fin de conocer de primera mano el contenido y el alcance del Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos (PIAT) que está redactando la institución supramunicipal. Este documento, entre otras cuestiones, fija el techo de plazas, tanto hoteleras como de alquiler, que se pueden autorizar en cada zona. En el caso de Palma este plan propone la disminución de las plazas.

De ahí la importancia, según Riera, de disponer de datos actualizados sobre el numero de viviendas unifamiliares y plurifamiliares puesto que si bien las primeras pueden ser objeto de arrendamiento vacacional, también computan en el global de plazas turísticas permitidas.

Si bien hay consenso en que el alquiler turístico en viviendas plurifamiliares se prohíba en toda la ciudad, no se ha alcanzado un acuerdo aún en el seno del equipo de gobierno sobre si se debe permitir o no el arrendamiento vacacional de la vivienda habitual o de una habitación durante un máximo de dos meses al año.

También deberá determinarse como computan estos alquileres de 60 días sobre el global de plazas turísticas fijado por el Consell en el PIAF. Asimismo, en el caso de que finalmente se autorice esta modalidad de arrendamiento, habrá que ver si se puede realizar en todas las zonas de la ciudad o si también se prohíbe en determinadas barriadas.