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Sa Torreta

Palma es hoy un poco más insípida

Adiós al bar Cristal. Adiós al Lírico. Adiós a Can Roca. Adiós al Niza. Adiós a Can Frasquet. Adiós a la mercería Ca na Bet...

El Cristal, otro elemento diferenciador desaparecido. manu mielniezuk

Adiós al bar Cristalbar Cristal. Adiós al Lírico. Adiós a Can Roca. Adiós al Niza. Adiós a Can Frasquet. Adiós a la mercería Ca na Bet... Palma se parece cada vez más a aquel anciano que, a medida que envejece, se siente obligado a asistir a los funerales de quienes fueron sus amigosasistir a los funerales de quienes fueron sus amigos y conocidos... hasta que llega el día de su propio entierro.

La Palma con identidad propia desaparece a pasos agigantados. La que calca los modelos, no necesariamente mejores, del resto del mundo avanza de forma implacable.

Estamos mucho más cerca del día en que toda la ciudad será una franquicia. Nadie ha demostrado que el Starbucks tenga un mejor café que el que se sirve en el Moderno de la plaza de Santa Eulàlia. Más bien lo contrario, añadiría. Nadie ha demostrado que una hamburguesa del McDonalds sea más nutritiva y sana que una llagosta del Bar Bosch. Por supuesto que los muffins, antes llamados magdalenas, en nada superan a los cuartos de Can Joan de s'Aigo o a las ensaimadas del Forn del Recó.

Sin embargo, sentimos una atracción fatal por aquello que viene de fuera, adornado de un aura de falsa modernidad y con campañas de publicidad camufladas de acontecimiento histórico para el avance de la ciudad.

¿Llegará un día en el que Mango, Zara Home y HM reinen en el Gran Bazar de Estambul? ¿Se acerca la fecha en la que Calvin Klein reemplace a las tiendas de alfombras o de perfumes del bazar cairota de Jan el-Jalili? ¿Los puestos de comida de la plaza de Yamaa el Fna, en Marrakech, en los que sirven la harira, se pasarán al sandwich mixto envasado y al Burger King? ¿Los viajeros estarán obligados a comprar pareos elaborados en China en lugar de máscaras o telas multicolores en el mercado artesano de Insurgentes, en Ciudad de México? (algo que, por cierto, ya ocurre en casi todos los zocos de Túnez).

Ese día los viajes para descubrir nuevas culturas, artesanías distintas o gastronomías diversas habrán perdido su razón de ser.

Palma tiene menos carisma y se vuelve más insípida.

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