La sobreocupación de hamacas y sombrillas en la playa de Cala Major se redujo ayer, después de la denuncia de la asociación de vecinos publicada por este diario el viernes. Criticaban que había 300 tumbonas de playa, con sus correspondientes parasoles, una cifra que consideran excesiva para el arenal de Ponent. Pese a que desde el Ayuntamiento se dijo que Demarcación de Costas les había dado autorización para ello, el mobiliario que había ayer era menos que el instalado el resto del verano, según un vecino. r.g.