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Servicios sociales

La 'ventanilla única' funciona en el mundo de la prostitución

Casal Petit, Médicos del Mundo y Cruz Roja llevan a cabo salidas nocturnas conjuntas para atender a las mujeres prostitutas

Un encuentro en Flassaders, similar a las reuniones mensuales de la XADPEP. Guillem bosch

Se cumplen dentro de muy poco diez años de la puesta en marcha de un programa, un servicio social que, bajo un nombre un tanto difícil XADPEP (Xarxa per a l'Atenció Directa a Persones que Exerceixen la Prostitució), realiza un trabajo que fuera de Palma es un referente que se intenta implantar. Y es un modelo a seguir porque ha conseguido que entidades con un bagaje muy consolidado trabajen a la par. Pero también porque todo se sustenta en salidas nocturnas a los lugares donde están las prostitutas. Durante 2016, esta red de ayuda, promovida por el Ayuntamiento atendió a 1.815 personas.

Casal Petit, Cruz Roja y Metges del Món planifican las salidas a clubes de prostitución, pisos y también a la calle para hacerlas de forma conjunta, normalmente a partir de la medianoche y durante varias horas.

Preparación de las visitas

Afirman que es más fácil entrar en un prostíbulo ahora que hace ocho años, pero antes de cada salida hay un trabajo, reuniones mensuales, en las que se fija un calendario de visitas que realizarán conjuntamente. Es una manera de no cansar a las mujeres, principalmente, ni a los responsables de los locales que les permiten entrar y a los que -están seguros- no les haría gracia que en una misma semana se repitiesen varias de estas visitas. "Antes de tener esta coordinación tan directa, en los dos últimos años, había llegado un momento en que llegabas a un club y te decían que la semana anterior había ido Cruz Roja... Se trata de no saturar a las personas", explica Belén Matesanz, enfermera de Médicos del Mundo (MDM).

Aunque su organización se dedica más a la atención sanitaria de las mujeres, Casal Petit a la atención psicolaboral, a la formación y a la acogida de víctimas de trata con fines de explotación sexual y Cruz Roja a la atención psicosocial y a la información sobre los recursos sociales existentes, en las salidas conjuntas no hay parcelas delimitadas, todos informan sobre todo lo que está a disposición de las prostitutas. "Es como una caricatura de ventanilla única", remarca Toni Colom, jefe de sección de Igualdad del Ayuntamiento. "La red es la solución. Entre por donde entre [la mujer], que tenga todas las puertas abiertas", añade.

"Lo que no tiene sentido es volverles a preguntar lo mismo que les han preguntado otros... Yo confío en lo que me cuenta Casal Petit. Para mí, eso es lo más importante, porque las mujeres sienten que son escuchadas", explica Matesanz sobre la coordinación de las entidades. Con tal estrecha colaboración, con una llamada telefónica basta para saber si aquella mujer ha ido a Cruz Roja, o si aquella otra se ha hecho la prueba del embarazo en MDM.

Ofrecerles todos los recursos

Las visitas nocturnas les permiten entrar en contacto con las mujeres, crear vínculos y así darles la posibilidad de salir de la prostitución. "Se trata de que ellas conozcan lo que hacen las entidades y puedan elegir", resume Feli Martínez, coordinadora de Casal Petit. "Estamos buscando la mejor forma para que, cuando ellas quieran salir, tengan alternativas", añade la representante de las Hermanas Oblatas.

Además de las salidas nocturnas, también es importante el trabajo de día. De hecho, muchas de las mujeres atendidas de noche les piden si estarán cuando vayan a la sede de la entidad, comenta Marga Garau, de MDM.

Esta educadora social forma parte de la XADPEP desde hace pocos meses. "Lo primero que más me impactó fue el papel de la mujer, es un reflejo de la desigualdad... Las mujeres están mediodesnudas, vendiendo su cuerpo, y a los clientes no les importa si tú estás hablando con ellas, atendiéndolas, pasan, les tocan el culo... Eso es duro".

Feli escucha sus impresiones y afirma que las sensaciones, los sentimientos que surgen cuando se entra en un club o se toma contacto con una prostituta y ves a la mujer como un "producto en venta" son los mismos que ella sintió hace más de 25 años.

Una doble vida

Natalia Pescador, de Cruz Roja, también es de las nuevas en este programa, pero el resto afirma que ya conoce a la perfección el sistema de trabajo. Ella se ha implicado hasta tal punto que ha llevado "de la mano" a alguna mujer hasta Casal Petit... "Cuando repites salidas, vas creando vínculos. Hay chicas que ni te miran cuando hablas... Hasta que un día oyen algo de lo que cuentas que les interesa y se giran. Y, entonces, les preguntas si necesitan algo", explica esta trabajadora social. Natalia les da un número de Whatsapp para que se comuniquen con ella cuando lo necesiten. "Insisto mucho en el anonimato porque muchas chicas no quieren que se sepa que son prostitutas o llevan una doble vida", añade la trabajadora de Cruz Roja.

Toni Colom interviene al hilo de la dualidad de algunas prostitutas. "Además de este personaje que han construido o les han hecho construir, tienen que ser personas con una salud física, emocional, con relaciones afectivas, no solo sexuales", remarca sobre la tensión con la que viven muchas de estas mujeres.

Matesanz ya no realiza tantas salidas nocturnas, está más en la sede de su ONG, pero reconoce que son la única forma de conocer la realidad de la prostitución y saber cómo cambia. Ahora la ejerce un colectivo mayoritariamente inmigrante, aunque las españolas nunca han desaparecido de este panorama, dice. Y los clientes son variopintos. Natalia lo corrobora. En alguna ocasión, cuando ha ofrecido su ayuda, le han espetado: "¿Tú me vas a ayudar? Tú no sabes quién viene aquí...", explica.

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