El buque escuela rumano Mircea, una nave con 78 años de navegación y que en su viaje inaugural en 1939 visitó Palma, hizo entrada de nuevo ayer en la Bahía y está previsto que permanezca en el puerto hasta el próximo lunes. Se trata de un buque de 81 metros de eslora, contando el bauprés, y 12 de manga, con tres palos -el mayor de 44 metros- y que portan en total 23 velas con 1.750 metros cuadrados de superficie vélica. La tripulación la componen 200 personas, incluyendo un máximo de 120 cadetes, y llegaron ayer a la capital balear procedentes de Lisboa.

El actual viaje de instrucción, el número 37, se inició el 23 de mayo en el puerto de Constanza, en Rumanía, y ha visitado los puertos de Ajaccio, en Francia; Vigo; Den Helder, en Holanda; Halmstadt, en Suecia; Turku, en Finlandia; Gdynia, en Polonia; Wilhelmshaven, en Alemania; y Lisboa. De Palma partirá hacia el puerto griego de Chania, en la isla de Creta, y tiene previsto finalizar su periplo en próximo 22 de septiembre en el mismo lugar de donde partió. En total casi 10.000 millas.

En el puerto de origen se embarcaron a bordo, aparte de la tripulación, 70 cadetes de dos academias navales rumanas, y 8 cadetes más de Bulgaria, China, Polonia y Grecia, y durante el desarrollo del viaje también está previsto que embarquen y desembarquen cadetes alemanes.

La primera visita

Construido en Alemania, en los astilleros Blohm & Voss, pertenece a una serie de cinco gemelos, cuatro realizados para la marina germana y el Mircea, para la rumana. Fue botado en septiembre de 1938 y entregado a comienzos de mayo del año siguiente, emprendiendo su primer viaje de instrucción a principios de julio de 1939. En su transcurso visitó Palma, concretamente llegó el 24 de julio procedente de Toulon y partió dos días más tarde rumbo a Gibraltar. Durante su estancia estuvo fondeado en el antepuerto y fue visitado por las autoridades, que se trasladaron a bordo.

Este primer viaje se tuvo que interrumpir antes de terminar debido al comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Durante el periodo de guerra estuvo estacionado en Braila (Rumanía) hasta que en septiembre de 1944 pasó a manos de la Unión Soviética, aunque volvió a Rumanía en 1946, realizando a partir de entonces cortos viajes de instrucción por el Mar Negro.

En 1964 se decidió que el Mircea volviera a ser un buque escuela que sirviera de barco de representación de Rumanía por el mundo, para lo cual fue enviado a la empresa constructora en Alemania con el fin de llevar a cabo una reforma a fondo. El viaje desde Constanza hasta los astilleros en el norte de Europa fue muy accidentado debido al mal tiempo y tuvo que lanzar un SOS cerca de Brest porque la nave recibió algunos daños. Finalmente, el barco fue reparado y transformado en los astilleros Blohm & Voss, concluyendo los trabajos en 1966.

A partir de ahí, el Mircea empezó su nueva etapa como buque escuela, participando en importantes eventos, como en 1976, año en que cruzó el océano Atlántico por primera vez para participar en los actos del bicentenario de los Estados Unidos. En 1994 volvió a pasar por astilleros, esta vez en Rumanía, para una nueva reforma que duró hasta el 2002, año en que volvió a su actividad, participando en numerosas regatas y eventos, navegando por el Mar Negro, Mediterráneo, Norte de Europa y aguas del Atlántico, así hasta nuestros días.

El Mircea pertenece a una serie de cinco barcos gemelos, algunos de los cuales aún siguen navegando y son muy conocidos. Todos excepto el Mircea fueron construidos para la marina alemana. El primero fue el Gorch Fock, que entró en servicio en 1933 y que finalizada la contienda pasó a manos rusas como reparación de guerra con el nombre del Tovarish. Finalmente, en los años 90, esta nave pudo recuperar su nombre original y hoy día es un buque museo en Stralsund.

Otro buque gemelo fue el Horst Wessel, de 1936, y se lo quedó Estados Unidos como reparación de guerra con el nombre de Eagle. Aún está en servicio en la actualidad. Otro más era el Albert Leo Schlageter, de 1937, que también pasó a Estados Unidos como reparación de guerra, quien a su vez lo vendió a Brasil y finalmente pasó a manos portuguesas, con cuya bandera todavía navega con el nombre de Sagres.

Finalmente hubo un quinto buque, el Herbert Norkus, que nunca fue finalizado. Además, la marina de la República Federal Alemana construyó en 1958 otro buque de similares características que también fue llamado Gorch Fock. Continúa en servicio y ha visitado Palma en alguna ocasión.