Vecinos de Sant Agustí han denunciado el impacto visual que provocan las reformas que se están realizando en la cubierta del edificio de las oficinas del puerto de Calanova. Ports-IB proporcionó a la asociación de vecinos el documento del proyecto y estos aseguran que se habían hecho modificaciones en 2016 que no fueron mostradas públicamente.

Antonio Marí, presidente de Adecsa (Asociación para la Defensa de Cala Major y Sant Agustí), informa que han contratado a un ingeniero de caminos para que haga un estudio el próximo mes de septiembre "para comprobar si se está cumpliendo la legalidad" en las obras. Además, el presidente sostiene que pedirán explicaciones a Carlos Delgado por las medidas que tomó cuando era conseller de Turismo y se adjudicó la nueva concesión de del puerto náutico de Calanova.

Las alteraciones que se han hecho en el segundo proyecto son dos piscinas, un mirador, una terraza, un ascensor y varias chimeneas, según los vecinos. No están conformes con la nueva infraestructura ya que opinan que es demasiada edificación para esta zona costera de la ciudad.

El director de la Escuela Nacional de Calanova, Felipe Elvira, asegura que "está todo perfecto, nosotros cumplimos el proyecto". Elvira explica que no tienen constancia de la disconformidad de los residentes de la zona con sus reformas, pero que "simplemente se trata de opiniones de los vecinos, porque nosotros estamos supervisados por Ports-IB y todo está como toca, debe ser una más de las campañas de desprestigio que ya han intentado hacernos". El director concluye diciendo: "Nosotros lo que queremos es terminar rápidamente las obras y molestar lo menos posible".

Imagen anterior a la reforma.

Xavier Ramis, director general de Puertos y Aeropuertos de la conselleria de Territorio, explica que "la rectificación del proyecto inicial no se hizo pública porque no había cambios sustanciales y solo eliminaba lo que era visualmente impactante". Ramis también sostiene que no se han hecho dos piscinas en la cubierta, "sino que se trata de láminas de agua de 40 centímetros", además, todos los cambios que se han hecho "son para beneficio de los vecinos".

Ahora, la pared de cierre que teóricamente tenía que ser de cristal está en el punto de mira. "Se decidió ponerla así por temas estéticos, porque si no se ve la caja del ascensor", informa el director general, "pero se analizará el caso para ver si se puede poner parte de cristal". Xisco Ramis prevé que para la temporada que viene ya estarán acabadas las obras.