Antoni Noguera ya se postuló, con foto incluida, como uno de los políticos que iban a tramitar la devolución de la casa de Emili Darder, el alcalde republicano asesinado por los fascistas en febrero de 1937, a sus familiares. No hace ni dos meses que porta la vara de mando de alcalde y no ha olvidado el retorno histórico.

Noguera ha tenido conversaciones muy recientes con los familiares de Darder. Éstos mantienen la misma actitud que ya tuvieron en tiempos de Zapatero, cuando el tema de la devolución de la casa, situada en la plaza de la Porta des Camp, surgió como una asignatura pendiente del proceso de memoria histórica.

"Sabemos quiénes fueron nuestros familiares, sabemos quién fue nuestro abuelo. Agradecemos el gesto de querer reivindicar a los ajusticiados, pero repetimos: No queremos nada. Nos gustaría, eso sí, que fuera dada a la sociedad para albergar un centro que cumpliera con la ideología de nuestro abuelo". Quien así se expresa es Ferran Cano, que habla no a título personal sino en nombre de los familiares de Emili Darder.

La que fue la residencia de su abuelo fue incautada forzosamente en los años 50 por el régimen franquista. "A la familia no le interesa recuperarla como un bien patrimonial, y legalmente seguro que ganaríamos el pleito; lo que de verdad queremos, y llevamos años diciéndolo, es que la casa de nuestro abuelo sirva para albergar un centro que recoja sus principios ideológicos. Me gustaría morirme pensando que al final, la que fue la casa de una persona pacifista y como médico, un higienista, acabe siendo un centro social para la ciudad de Palma".

En los años 50, el hogar de Emili Darder, alcalde republicano fusilado al alba de un 5 de febrero, fue incautado forzosamente. Entraba en la larga lista de bienes 'robados' por los fascistas a los perdedores de la Guerra Civil. "Cataluña ha invalidado estas incautaciones, pero aquí seguimos igual", apuntó Ferran Cano, nieto de Darder, que nació en el exilio puesto que su madre, Emilia, tuvo que huir tras la victoria del bando franquista.

La casa pasó a manos del ministerio de Defensa; y sigue estando en su poder. Ahora, Noguera tendrá que negociar con el Gobierno del popular Mariano Rajoy, para que se lleve a cabo este retorno histórico.

Cort ya reclamó al ministerio de Defensa la devolución, dos años atrás. La petición, hecha a instancias de Més, fue rechazada en el pleno municipal por el Partido Popular.

Así como en Cataluña "ya han dado pasos adelante; aquí vamos con un poco más de retraso en cuanto a temas de memoria histórica", opina Cano. El nieto del abuelo asesinado por el franquismo apunta que "es una vergüenza que en la que fuera casa de un pacifista, haya acabado convertida en un cuartel. Es denigrante. Ahora ya los han retirado, pero estaba llena de elementos de simbología fascista; en la casa de un hombre que murió por luchar a favor de los derechos humanos". añade.