"Todo el barrio tiene problemas con los excrementos, las calles apestan". Un residente de la zona de Blanquerna, José Luis, se queja del "grave problema" que sufren las vías transversales de la barriada. Explica que, desde que se cerraron muchos de los locales de calles como Ticià, ya nadie se encarga de que los perros no orinen en los portales. Además, opina que hay un "abandono significativo por parte de Emaya de las calles transversales" en esta concurrida zona de la ciudad. Este vecino apunta a que también existe un grave problema de comportamiento ciudadano: "numerosos propietarios de perros son muy incívicos", afirma José Luis.

La empresa municipal de limpieza asegura que la presencia de estos excrementos por la ciudad "no es un problema directo del Ayuntamiento, sino de los dueños de los perros que no los recogen". De todos modos, Emaya ha anunciado que en los próximos meses se iniciará la limpieza con agua de las calles de Palma, por lo que se espera que el problema se rebaje.

Dueños cívicos

"No son buenas las generalizaciones, yo recojo siempre los excrementos", asegura María, una vecina de la calle 31 de Desembre. Esta palmesana afirma que hay dueños de perros que sí son incívicos, "pero no todos", añade.

Por su parte, residentes de Nou Llevant han puesto de manifiesto su inconformidad con la suspensión del suministro de bolsas de recogida de cacas y con la ubicación de la papelera de excrementos situada junto al parque de la Guardia Civil, ya que la han puesto en el exterior del pipican. Los vecinos han protestado colgando las bolsas en la verja del recinto con un cartel en la entrada con el siguiente mensaje: ´Los perros del parque pedimos por favor a nuestros dueños que no recojan ´las caquitas´, muchas gracias´.

El colectivo ciudadano Flipau amb Pere Garau realiza una campaña de sensibilización en este barrio de una manera diferente. Se pasean con la mascota ´Pere Guau´, hablan con los vecinos de la zona que pasean a sus perros para concienciarles de la necesidad de ser cívicos y se encargan de poner una bandera en cada excremento que se encuentran por las calles con un letrero que dice: ´Pere Garau free caca!´, es decir, ´Pere Garau libre de caca´. "Creemos que es una forma divertida de hacer ver a los vecinos lo importante que es mantener las calles de la ciudad limpias", dice Thomas Jordi, uno de los miembros de dicha entidad.

Pero no solo se trata de un problema de falta de recogida de excrementos, ya que la orina de estos animales también se nota y molesta, ya que es muy corrosiva y deteriora el mobiliario, según explica. El colectivo Flipau también hace un llamamiento a los vecinos con perros para pedirles "que lleven una botella con agua para tirarla en la acera después de que el perro orine", destaca. En el año 2014, el consistorio tuvo que retirar 500 soportes de farolas por la corrosión en la base, provocada por los orines de perro.

Indignación

Juan Marcos Colomar expresó en una carta al periódico su indignación porque Cort no suministra bolsas de recogida de excrementos de perros. Según escribe, no destina sus impuestos "a pagar las diferentes fiestas y celebraciones existentes en Palma", por lo que considera "un agravio comparativo" que retiren las bolsas.

Fuentes de la empresa municipal Emaya responden a estas denuncias de manera contundente: "Igual que no se regalan las bolsas de basura, las de los perros tampoco", sin olvidar que muchos propietarios de mascotas hacían un uso incívico y vaciaban los surtidores.

El Ayuntamiento prohibirá en dos años las bolsas de plástico en los comercios, por lo que sería contradictorio que se siguieran dando las de canes. Por ello, invitan a la reutilización. Como conclusión, desde Emaya se asegura que las papeleras de excrementos de perro con suministro de bolsas que había hace unos meses "generaban más problemas que beneficios".