Un operario de Emaya se afana en limpiar el grafiti que dos días atrás ha aparecido en el molino de la calle Caracas, en el barrio de la Soledat.

Los vecinos de esta zona de Palma alertaron a la empresa pública del garabato pintado en uno de los molinos que quedan en esta zona, y que es vestigio de la vinculación del barrio a la economía agrícola.

El técnico de Emaya aplicó primero una capa de disolvente, "con mucho cuidado" para evitar erosionar la "delicada" pared de marés, y después le aplicó agua a presión.

Palma es víctima habitual de pintadas en el mobiliario urbano y, desgraciadamente, en elementos de patrimonio como las murallas