Entre los cascotes del casal, situado entre las calles Can Danús y Costa de Can Santacilia, que fue derribado diez años atrás para construir en él pisos o apartamentos, se encuentra el escudo de armas de la familia Fuster. Según el catálogo municipal, este elemento patrimonial debe "conservarse en un lugar seguro", recuerda Arca.

Esta misma entidad ya pidió en 2008, cuando la política nacionalista Nanda Ramon era regidora de Cultura en Cort, la restauración y conservación de este elemento patrimonial.

En 2007, según indica Arca, en la ficha de licencia de obra, los arquitectos Luis y Jaime García Ruiz, eran los responsables de la obra, encargada a Arabella S.L. por el promotor Voramar S.A.

"Seguramente, les pilló la crisis y la constructora no pudo seguir adelante, pero eso no excusa que la Administración no vele por los elementos patrimoniales que hay en ella", indican desde la entidad proteccionista.

Ahora Cort y el Consell tienen la pelota en su tejado. Se les pide una inspección y que se cumpla la ley de Patrimonio Histórico.

"Urgencia"