Emaya ha impuesto 886 denuncias desde principios de año por infracciones relacionadas con la basura, la suciedad y abandono de trastos. De ellas, el 43% ha recaído en empresas, negocios y oficinas. La gran mayoría de actas se levanta por dejar los residuos donde y cuando no toca.

Los 13 controladores ambientales de que dispone la empresa pública han levantado 886 actas de denuncia. De ellas, 667 (un 75%) han estado motivadas por infracciones relativas a los residuos sólidos urbanos, es decir, a la basura domésticabasura doméstica que no se deja dentro del contenedor correspondiente.

El abandono de trastos es el segundo motivo, con 85 actas, seguido del ensuciamiento de la vía pública (54) y por dejar excrementos de animales de compañía o llevarlos sueltos (50).

Comparativa con otros años

El pasado año, el Servicio de Inspección Medioambiental de Emaya levantó un total de 2.035 actas de denuncia, lo que supuso un gran incremento (del 143%) respecto a las 836 denuncias del año 2015, dato superado ya este año, con las 886 actas levantadas entre enero y las tres primeras semanas de julio.

Todas estas sanciones son consideradas leves y su cuantía puede llegar a 750 euros, dependiendo del criterio del instructor, indica Lluís Amengual, técnico medioambiental y responsable del área de Inspección de Emaya.

Sin embargo, en principio, y según establece la nueva ordenanza de residuos de Palma, cuando se abre acta por alguno de los motivos antes comentados, se suele aplicar la mitad del importe total de la cuantía de la sanción. En caso de que haya circunstancias agravantes, que la persona multada reincida en la misma falta, la cifra a pagar se incrementa y puede llegar al máximo. Del mismo modo, los atenuantes pueden rebajar la sanción al mínimo, destacan desde Inspección de Emaya.

La ordenanza permite también que los ciudadanos con sanciones impuestas por un valor menor a 300 euros, pueden conmutarlas con un curso de formación de dos horas.

382 actas contra empresas

No es el caso de las empresas o negocios, sobre los que recae el 43% de las denuncias de este primer semestre. Las pequeñas y medianas empresas aglutinan 161 denuncias, seguidos por los bares, cafeterías y restaurantes, con 97 actas. Las oficinas se colocan en tercer lugar, con 47 sanciones. Constructores y promotores, hoteles y salas de fiesta, supermercados y talleres también han cometido infracciones y han sido sancionados.

Desde que se implantó la recogida móvil selectiva, los controladores de Emaya llevan a cabo un seguimiento en la zona centro y en sa Llonja, desde las 6.30 de la mañana a las 23 horas, indica Amengual. También en el paseo Sagrera se han colocado más contenedores para poder asumir el incremento de residuos durante el verano.

Control de la recogida

Durante junio y julio se ha controlado el uso de los contenedores por fracciones, especialmente que la gente no deje los cartones fuera de la plataforma y que los comercios cumplan con la recogida puerta a puerta de rechazo, vidrio y materia orgánica.

Para saber cómo está funcionando el nuevo sistema de recogida de materia orgánica que se puso en marcha con el sistema móvil de reciclaje en el centro de Palma, el 31 de mayo, operarios de Emaya abrieron las bolsas de esta fracción. El resultado fue bastante satisfactorio, comenta Amengual, ya que entre los residuos orgánicos se encontró un 14% de otro tipo de desperdicios, de impropios. Este porcentaje se aproxima al 10% que se establece normativamente como límite para poder destinar la recogida orgánica a compostaje.