El equipo de gobierno del Ayuntamiento se quedó solo ayer en la comisión de Urbanismo a la hora de aprobar la moratoria de un año de la concesión de licencias de uso turístico en cinco zonas de la ciudad, con el fin de parar el crecimiento de más del doble de plazas registrado solo en el último año.

La suspensión de licencias no afecta a los denominados hoteles boutique que se instalen en edificios protegidos, siempre que tengan una categoría de cinco estrellas, no consuman una superficie equivalente a tres viviendas y que no excedan de 20 plazas.

El teniente de alcalde de Modelo de Ciudad, José Hila, defendió la moratoria, entre otras cuestiones, "porque la oferta de hoteles de turismo interior, se ha convertido en un coladero del alquiler vacacional", puesto que en muchos casos se trata de bloques enteros de viviendas que se destinan a la actividad turística.

Además, la moratoria, que afecta al centro de la ciudad, Santa Catalina, la primera corona del Eixample, el Nou Llevant y la Platja de Palma coincidirá en el tiempo con los doce meses de suspensión de licencias para el alquiler turístico mientras Cort decide la zonificación prevista en la ley.

El PP votó en contra de la medida "por las formas y el fondo", en palabras de la concejala Lourdes Bosch, quien aseguró que esta moratoria no va a solucionar el problema de la vivienda en la ciudad y se preguntó cuántas solicitudes de nuevos hoteles se habían presentado en el Nou Llevant. Ciudadanos, por su parte anunció su abstención.

Por urgencia se aprobó la prórroga para la presentación de alegaciones al Plan Especial de protección (PEP) de es Jonquet hasta el 29 de septiembre debido a su coincidencia con agosto.