El proyecto colectivo el Jardí d´Epicur no se rinde. La orden de desalojo emitida por el juzgado es para el 31 de julio, pero en este solar, entre las calles Joaquim Maria Bover y Son Campos se resiste.

Por ello, hoy los jardineros se visten de fiesta en una jornada en la que habrá yoga para niños, guerras de agua, jam sesion matinal, paella, talleres sobre cambio climático y por la tarde y hasta la medianoche, música con La Sekta, Amoniaco y Dezanatta. No va a faltar una asamblea informativa sobre el desalojo.

"El jardí d´Epicur es un huerto y un espacio comunitario abierto a todas las personas que quieran participar. Un lugar donde recuperar el contacto con la naturaleza, en el que nos reapropiamos de la ciudad y pasamos buenos momentos en compañía en una ciudad más solidaria", se lee en uno de los muros al que acompaña una pintura del artista Soma.

Este pequeño brote verde ganado en los últimos seis años cuenta con el apoyo de vecinos, y en él se han ido desarrollando distintas actividades a cargo de Amadib, la escuela Es Pontet, los scouts. Ante la amenaza de que la ciudad pueda perder su "parque más barato", como apuntó Víctor García, uno de los integrantes de este colectivo, se está desplegando una amplia campaña de información. Han recibido apoyo de los vecinos, de científicos del Imedea, incluso han escrito a Ada Colau, recordando a la alcaldesa de Barcelona su visita y apoyo al Jardí en 2012, cuando ya pesó una orden desalojo, que acabó en nada.

Hoy esperan que el Jardín siga germinando y no de paso a "alojamientos para alquiler turístico", como vecinos y 'jardineros' sospechan que pueda ocurrir si se procede al desalojo.