Cuarenta y tres años al servicio de los faros Mallorca. Juan Antonio García, uno de los fareros "más emblemáticos y queridos de las islas", se jubiló la semana pasada tras toda una vida dedicada a guiar a los navegantes.

El faro de Portopí fue el escenario de su adiós coincidiendo con su 65 cumpleaños. A modo de despedida, García hizo su última visita guiada en el Museo el pasado 12 de julio, con la presencia del presidente de la Autoridad Portuaria de Baleares, Joan Gual de Torrella y del Rector de la Universitat de les Illes Balears, Llorenç Huguet.

El farero ya jubilado ejerció como técnico de sistemas de ayudas a la navegación en diversos destinos de las Baleares como el faro de Cala Figuera, el faro de Artrutx o el de es cap Gros en Sóller, una labor que ha compaginado con las visitas guiadas a la exposición permanente de Señales Marítimas del faro de Portopí.

"AHORA QUE ME VOY, QUEDAN SOLO DOS FAREROS"

En cuatro décadas García dice haber visto "de todo" y haber pasado por "épocas malas y épocas buenas". Pero la primera anécdota que le viene a la cabeza es que cuando empezó en esta profesión en Mallorca habían 26 fareros: "Ahora que me voy, dejo solo a dos", apunta.

García fue testigo de cuando los faros trabajaban de forma mecánica, pero también de cuando pasaron a funcionar con electricidad, después con placas solares y ahora tecnología LED. "Esta automatización causa que cada vez haya menos fareros", explica sin dejar de señalar que "ahora el trabajo se hace mucho más difícil".

"Contento" por haber llegado a su retiro, García comentó que del faro de Portopí, el tercero en funcionamiento más antiguo del mundo, lo que más sorprende a los visitantes son "las ópticas tan grandes".

Desde Ports de Balears, señalan que junto con la de Juan Antonio García, la jubilación de Pedro Vidal, farero de Capdepera, han sido las más carismáticas de este año y, además de agradecer sus años de servicio, aseguran que "se les echará de menos".

García empieza una nueva etapa, pero también la sala de exposiciones del faro de Portopí, que permanecerá temporalmente cerrada al público mientras se ultiman los preparativos para su próximo ciclo con una ampliación del horario de visitas que podría hacerse extensible al fin de semana.