Subvenciones por valor de 92.000 euros para modernización de comercios, campaña contra venta de productos falsificados, catálogo de establecimientos emblemáticos a la vez que exenciones fiscales como reducción del IBI son algunas de las iniciativas que el Ayuntamiento está llevando y llevará a cabo para hacer de Palma "la millor botiga del món", como le gusta reitera al alcalde Antoni Noguera.
Todo ello en aras de su proyecto estrella: el de Centro comercial obert que será "una alternativa a los centros comerciales", y que se extenderá más allá del centro alcanzando los Ejes Cívicos. Todos los negocios a pie de calle deberán tener una coherencia estética en mobiliario, rotulación y toldos.
En cuanto a la catalogación de comercios de solera, se pretende la protección del mobiliario, de la fachada, de sus interiores "para que su imagen perdure, y este patrimonio no se pierda", señaló Noguera. Es el caso de locales como Casa Roca o el bar Lírico. "Son memoria de la historia de la ciudad".
En cuanto a los desorbitados precios de alquileres de locales, el político de Més indica que "es difícil hacer algo porque no tenemos competencias, pero sí podemos apoyar y facilitar a que el relevo de empresarios, puesto que hay muchas personas jóvenes que están abriendo sus negocios, les sea más fácil. Palma activa favorece la intermediación comercial".
La pérdida de identidad de las ciudades a través de la sustitución del comercio local y de cercanía por franquicias avanza sin piedad.
"Palma tiene que ser también un destino que propicie una experiencia única", indica el alcalde. Recuerda que desde la entrada en Cort del nuevo gobierno, "ha habido un cambio de mentalidad en cuanto a los grandes centros comerciales; estoy hablando de la moratoria de ses Fontanelles del Consell de Mallorca".
