La negativa de los estancos a seguir vendiendo la tarjeta ciudadana porque consideran que les ocasiona pérdidas está teniendo consecuencias.

Pese a las ánimos tranquilizadores por parte del Ayuntamiento, al recordar que existen más de cien puntos de recarga en la ciudad, las colas que se están formando en las quioscos para hacerse con ellas ha provocado el enojo entre éstos últimos.

Los vendedores en quioscos aseguran que están teniendo disminución en la venta de sus artículos principales, revistas y prensa, por tener que atender la demanda de recargas de la tarjeta ciudadana.