Ayer se celebró en Palma el día de San Cristóbal, el patrón de los conductores. Según cuenta la leyenda, este santo ayudaba a los viajeros a cruzar zonas peligrosas llevándolo sobre sus músculos. La imagen de San Cristóbal es muy habitual en muchos coches y camiones, escenifica la consciencia de responsabilidad de todos los conductores.

Cada 10 de julio se celebra este día que reúne a muchos automovilstas, taxistas, camioneros y conductores en general. En Palma se celebró ayer en la plaza de Santa Fe, en la misma iglesia de la plaza.Los conductores fueron a ser bendecidos desde las diez de la mañana hasta las siete de la tarde, el acto concluyó con una misa.

Antonio Dols, rector de la parroquia de Santa Eulàlia asegura que es una tradición que "se lleva celebrando desde tiempos inmemorables, por lo menos desde los años 30". En los últimos años ha perdido fuerza, pero cientos de vehículos siguen acudiendo a las bendiciones.

"El Señor bendiga a este vehículo, al que lo conduce y a todos aquellos que transportará". Esta es la oración que recita el cura a todos aquellos que le visitan para ser consagrados. Los conductores hacen un donativo a la iglesia y, a cambio, se les da un obsequio donde aparece la fotografía de San Cristóbal y, en la parte posterior, la oración del automovilista, que reza por la seguridad de los conductores.

"Vengo para que San Cristóbal me de suerte" dice un taxista, "para que me libre de golpes y accidentes de tráfico". Este conductor hace hincapié en lo mucho que se está perdiendo esta tradición: "Desde hace dos décadas vengo a bendecir el coche cada año, y la celebración ha decaído mucho. Antes se hacía una gran fiesta, los taxistas parábamos e íbamos a comer en familia y por la noche continuba la celebración".

El sacerdote Dols está también de acuerdo con esta opinión. "Tenemos que reunirnos para ver como podemos fomentar la fiesta de cara al año que viene" le dice uno de los taxistas al párroco.