El Govern balear y el Ayuntamento de Palma actuarán contra la venta de alcohol en cubos en la Platja de Palma, y controlarán también el suministro de hielo. Con esta medida se pretende, si no erradicar la práctica del consumo de alcohol en estos recipientes, generalizada a lo largo de la primera línea del paseo de s'Arenal, dificultar tanto su venta como su consumo.

La campaña, cuyo inició aún no tiene fecha, algo que, por otra parte, por razones de eficacia no se va a anunciar, se realizará cojuntamente entre la dirección general de Consumo del Govern y agentes de la Policía Local, bajo la coordinación de la concejalía de turismo y Comercio del Ayuntamiento de Palma, que dirige la concejala Joana Maria Adrover.

El director general de Consumo del Govern, Francesc Dalmau, explicó que desde hace al menos siete años no se realiza una campaña en la zona turística de estas características. Los inspectores de Consumo se dedican habitualmente en temporada alta a controlar, souvenirs, comercios y supermercados tanto al principio de temprada como a lo largo del verano. Comprueban que los productos estén correctamente etiequetados y que su fecha de consumo preferente no se haya sobrepasado.

La campaña destinada a la venta de alcohol e hielo, que luego se bebe en cubos de plástico mediante pajitas, se centrará también en las competencias que, en materia de consumo, tiene su departamento.

Etiquetado y 'trazabilidad'

De esta forma, se comprobará que el alcohol que se vende tanto en supermercados como en bares dispone de la correspondiente etiqueta y si el responsable del establecimiento puede demostrar su "trazabilidad; es decir, que ha adquirido el producto legalmente y con la correspondiente factura. De igual forma se procederá en el caso del hielo que se vende ya sea conjuntamente o por separado con los cubos.

En el caso de que estos productos individualmente dispongan de su correspondiente etiquetaje en regla, los inspectores no podrán sancionar al establecimiento. No obstante, si se comprueba que se vende el alcohol y el hielo ya preparado en los cubos para consumir, la sanción será inmediata, puesto que, en este caso, no se podría demostrar el origen de los productus que utilizan.

De igual forma, se actuará en los bares, que también deberán demostar el origen de los productos que utilizan en los cubos o los recipientes que sirven y si estos se encuentran en buenas condiciones santarias. Si no es así, se informará también a los inspectores de consumo.

Los agentes de la Policía Local actuarán contra las personas o vendedores ambulantes que se dedican a repartir los cubos con el alcohol y el hielo en distintos puntos de la primera línea del paseo y de la Platja.

En este caso los inspectores de Consumo no pueden actuar y consideran a estas personas como "consumidores". En cambio, la Policía Local sí que puede multarles y requisarles el material, puesto que carecen de permiso para la venta de estos productos. Por su parte, el consumo en grupo de alcohol en la calle en cualquier tipo de recipiente está prohibido desde el año pasado, tras la declaración por parte del Ayuntamiento de Palma de toda la primer línea del paseo como zona de especial protección. Tienen también esta consideración El Jonquet, el paseo Marítimo, Gomila y Son Armadams. En estas zonas, tal como prevé la denominada ordenanza sobre el uso cívico del espacio público, conocida como antibotellón, no se permite consumir alcohol en grupos a partir de las diez de la noche.

Agua a presión

Las multas que se pueden imponer por el incumplimiento de esta norma oscilan entre los 1.500 y 3.000 euros. A lo largo del verano pasado se impusieron más de 1.500 multas por este concepto.

Además, desde finales del pasado mes de junio se está realizando una operación conjunta contra el botellón de primera línea entre la Policía Local y Emaya consistente en regar con agua a presión a partir de las diez de la noche la zona del muro que separa el paseo de primera línea y la playa.

Asimismo, la Policía Local ha realizado una campaña de inspecciones de locales de la Platja de Palma. El jueves de la semana pasada se levantaron 19 actas a varios de ellos por incumplimiento de medidas de seguridad, no controlar el aforo permitido, no disponer de la documentación a la vista del público, tal como obliga la normativa, o tener música fuera del horario permitido, entre otros motivos. Algunos de estos locales son reincidentes, puesto que ya se les abrió acta de inspección por los mismos motivos.

Desde que se ha iniciado esta campaña en lo que llevamos de vreano se han visitado más de 70 locales de la Platja de Palma y levantado 33 actas por incumplimiento de cuestiones de seguridad, aforo o distintas normativas. Se prevé que las inspecciones continúen a lo largo de todo el verano.

Mientras tanto, se está a la espera de la concreción de las medidas anuncidas por el vicepresidente del Govern y conseller de Turismo, Gabriel Barceló, que deben realizarse conjuntamente con los ayuntamientos de Palma y Calvià con el fin de combatir el turismo de borrachera.