Los residentes del número 3 a de la calle de La Rosa, cansados de los ruidos que vienen sufriendo a causa de las obras para convertir en apartamentos de alquiler vacacional el antiguo convento que fue en su día centro de acogida de mujeres víctimas de violencia de género, denunciaron el pasado lunes ante la Defensora de la Ciudadanía, Ana Moilannen, su "indefensión" ante lo que ellos consideran "un atropello a uno los derechos fundamentales, como es el derecho al descanso", recogido en la Constitución.

Desde inicios de este año, han sufrido, siempre según sus palabras que acompañan de grabaciones de videos, el ruido "insoportable" antes del horario permitido.

Se da la circunstancia además de que a partir de marzo, la promotora de la obras, Fonda Palma S.L., a nombre de Sergi Pascual , ha dispuesta de una exoneración especial, concedida por la regiduría de Sanidad, responsabilidad de Antònia Martín, que les ha dado la posibilidad de trabajar domingos y festivos, de 11 a 19 horas.

Los vecinos se han quejado por este "injustificado trato especial", según ellos, y por el que la Defensora de la Ciudadanía pedirá explicaciones a Cort.

"Hemos admitido a trámite la queja razonada, y pediremos que nos digan qué motivó a dar este exoneración que permitió hacer obras en festivos y domingos", indicó ayer Moilannen.

Otro de los motivos de denuncia, de los que ha tomado nota la Defensora, es que la Policía Local "no parecía informarles adecuadamente de la hoja de ruta a seguir en una situación así". Además de observar, tal como le contaron los vecinos, que no hay técnicos para tomar sonometrías.

Por otro lado, Moilannen se reunió ayer con José Hila en calidad de su nuevo cargo como concejal de Urbanismo. Aparte de darle cuenta de la queja en la calle de La Rosa, le indicó que la queja más frecuente entre los habitantes de Palma es el exceso de ruido.

"Al menos, una vez por semana, por no decir más, recibimos una queja relacionada con problemas por exceso de ruido", indicó Anna Moilannen.

Las otras quejas de los residentes en Palma son de suciedad y de esperas administrativas.