Emotiva. Es la palabra que puede definir la toma de posesión, ayer tarde, de Antoni Noguera como alcalde de Palma, arropado por su familia, amigos y, sobre todo, por multitud de sus compañeros de Més que arrancaron aplausos en varias ocasiones. Abrumado por las felicitaciones de los presentes,

Su compañera de partido, Neus Truyol, le estuvo abanicando disimuladamente durante toda la ceremonia. Noguera debía estar pasando calor, ya que acudió trajeado y el salón de plenos estaba abarrotado de gente... Con Truyol fue con la que primero se fundió en un largo abrazo, ya como alcalde.

Repitió el gesto, y durante varios segundos, con su antecesor, José Hila. "Nos ha tocado ser pareja y compartir muchas cosas", explicaba el socialista una vez acabado todo y antes de abandonar el Ayuntamiento. "En lo personal nos llevamos muy bien, cada uno con su estilo", añadía sobre Noguera. Para el exalcalde actos solemnes como el de ayer son "mágicos" y "especiales".

Felices y un poco incrédulos

Sentados en la tercera fila del salón de sesiones, justo detrás de las máximas autoridades de las islas, los padres del alcalde afirmaban vivir ese histórico momento "muy felices, pero con mucha responsabilidad". Y algo más nerviosos que su hijo, admitían. Piedad Ortega, la madre, recordaba los inicios de Noguera en las juventudes del PSM. "Yo siempre estaba en contra, porque soy antipolítica", reconocía. A su lado, su marido, Joan Noguera,igualmente "orgulloso" de su hijo, su hija, Marga, la madrina del alcalde y su abuela, Margalida Picornell. Ella, a sus 86 años, ya tenía los ojos vidriosos de la emoción. "Nunca me lo hubiera imaginado, él que era boy scout y siempre estaba por ahí, haciendo paellas...", contaba ya una vez que su nieto era el alcalde de Palma. "Ha sido maravilloso, estoy muy orgullosa, no quepo en mí", añadía.

El acto protocolario de ayer contó con novedades respecto a otras tomas de posesión. Pepe Miralles, amigo personal de Noguera y solista de la Orquestra Simfònica de Balears, interpretó Syrinx para flauta sola, de Debussy. Noguera escuchó la interpretación de pie, solo, frente al músico, ante el resto de asistentes. Un instante antes, Miralles le había agradecido el apoyo recibido en momentos difíciles. "La cultura aporta riqueza porque un pueblo culto es un pueblo rico", le recordó al nuevo alcalde.

La elección de la pieza musical tenía su explicación. Según Miralles, Debussy, "al igual que Noguera, fue un hombre avanzado a su tiempo".

El regidor Pedro Ribas, de Ciudadanos, provocó las risas al convertirse casi en un tránsfuga. En el momento de las votaciones, y después de varios votos para Noguera, Ribas se contagió y sin pensarlo pronunció el nombre del de Més, aunque rectificó a tiempo.

La toma de posesión llenó el salón de plenos de público y prensa. La presidenta del Govern, Francina Armengol, el presidente del Parlament, Baltasar Picornell, el del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat, los consellers Biel Barceló, Fina Santiago, Vicenç Vidal, Catalina Cladera y Iago Negueruela asistieron al traspaso de la vara de mando, al igual que la directora general de Política Lingüística, Marta Fuxà; también acudieron la consellera de Territorio del Consell, Mercedes Garrido, la presidenta del IMAS, Margalida Puigserver, el rector de la UIB, Llorenç Huguet, el comandante general de Balears, Juan Cifuentes y la exalcaldesa Aina Calvo. A pesar de haber recibido las alabanzas de Noguera, la socialista prefirió no hacer declaraciones. Tan sólo reconoció estar "emocionada".

Una representación social

En el salón de plenos también se pudo ver a las presidentas de la CAEB y de la Federación Hotelera de Mallorca, Carmen Planas e Inma Benito, además de muchos alcaldes de Més, políticos veteranos como Cecil Buele, Miquel Rosselló y Lila Thomàs, y el actual alcalde de València, Joan Ribó.

Guillem Balboa, alcalde de Alaró, aseguraba que en el partido estaban "más que contentos, es un momento histórico".

Muy sonriente y relajado se pudo ver a Antoni Verger, quien renunció a liderar la formación ecosoberanista en Palma en 2014 ante una probable imputación (que finalmente no se dio) y que despejó el camino a Noguera.

Los representantes de varias entidades sociales acudieron invitados, entre ellos Àngela Pons, de la plataforma antidesahucios, y Angels Fermoselle, de ARCA, que mantiene una postura diametralmente opuesta a Noguera sobre el monolito de sa Feixina.

Ya como alcalde, Antoni Noguera se asomó al balcón de Cort a saludar a las más de doscientas personas que esperaban en la plaza. Entre fotos y abrazos, fue avanzando hacia la salida del Consistorio. "Muy emocionado", reconocía. Con Andreu Caballero, de Més per Inca, se volvió a fundir en un largo abrazo, quizás el que más. En ese momento, el alcalde de Palma dejó aflorar toda la emoción y tensión contenida hasta el momento, a punto de ponerse a llorar.

Una vez en la plaza, una de las primeras fotos se la hizo con su ahijado, que esperaba junto a sus padres. Ahí comenzaba otro tipo de celebración.