Palma ya cuenta con el primer alcalde ecosoberanista de su historia. Antoni Noguera recibió ayer tarde de manos del socialista José Hila la vara de mando que le acredita como máxima autoridad de la ciudad máxima autoridad de la ciudad, gracias al pacto de gobierno suscrito a principios del actual mandato entre el PSOE, Més y Som Palma, partido este último que ha pasado a denominarse Podem Palma.

No hubo sorpresas y los 16 concejales del equipo de gobierno votaron a Noguera como alcalde, mientras que los ocho ediles que le quedan al PP tras la baja de Álvaro Gijón, baja de Álvaro Gijón que ha pasado a ser concejal no adscrito, lo hicieron en contra, al igual que los cuatro integrantes del grupo municipal Ciudadanos.

Como ya ocurrió en el pleno ordinario del jueves, Gijón no acudió tampoco a esta sesión plenaria extraordinaria de toma de posesión, que se inició pasadas las ocho de la tarde.

Con un salón de sesiones abarrotado de autoridades e invitados, la primera teniente de alcalde Aurora Jhardi presidió el pleno que culminó con la promesa del nuevo alcalde y la entrega de la vara por parte del saliente.

Además de la presidenta del Govern, Francina Armengol; el president del Parlament, Baltasar Picornell, el vicepresidente Ejecutivo autonómico, Biel Barceló; el presidente del Consell, Miquel Ensenyat; el comandante general de Balears, Juan Cifuentes, y varios consellers del Govern, estuvierion presentes en la toma de posesión, por invitación expresa de Més, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, los primeros ediles nacionalistas de Mallorca, incluido el de Alaró, Guillem Balboa, representantes de entidades y asociaciones así como los exconcejales palmesados del PSM (excepto Sebastià Serra), del Bloc y de Esquerra Unida-Els Verds.

Noguera utilizó la formula oficial modificada para prometer su cargo, añadiendo la habitual coletilla empleada por la práctica totalidad de los concejales nacionalistas, en la que se hace constar "sin renunciar al derecho de autodeterminación de nuestro pueblo" y lealtad al rey "por imperativo legal", además de "cumplir y hacer cumplir la Constitución como norma fundamental del Estado, así como el Estatuto de Autonomía de les Illes Balears". Añadió asimismo que se compromete a "defender siempre los valores republicanos de la igualdad la libertad y la justicia social, y la implicación de la ciudadanía en la construcción de una Palma más amada".

En su discurso como primera autoridad municipal citó al alcalde de la II República, Emili Darder Cànoves, y, como él, invitó a los palmesanos a "despertar de su sueño, abandonar la calma, desposeerse de personalismos y a poseerse de humanismo", apelando a la cultura "como el único instrumento capaz de hacer ciudadanos libres".

También hizo referencia a Ramón Llull, català de Mallorques, que también "un buen día despertó de su sueño y decidió pasar a la acción".

Como colofón final de su intervención escogió una cita del expresidente de Uruguay, José Mújica, que en su juventud perteneció a la guerrilla de los Tupamaros: "La política es la lucha por la felicidad de todos".

Esbozó brevemente su programa de gobierno, que da continuidad "al cambio iniciado" con unas bases claras: la lucha contra el cambio climático, la apuesta por la movilidad sostenible, la exigencia de responsabilidades a los sectores económicos en el diseño del modelo de ciudad y la búsqueda de una nueva economía para una nueva Palma.

En este último punto aseguró que "es fundamental fijar un techo de plazas turísticas con vocación de decrecimiento durante el verano con el fin de que podamos gestionar nuestros recursos y servicios de forma adecuada".