"Esta es mi casa de Palma". Con tales palabras, Carmen Cervera presentaba en 1990 su reciente adquisición en El Terreno. Sin embargo, los barones Thyssen nunca la frecuentaron y, tras estar en alquiler, se pone a la venta por 6,4 millones de euros. A los pies de Bellver, la villa antiguamente conocida como Ca l'Indiano es "una de las construcciones de más relevancia y antigüedad de la zona" y comparte entorno con las casas modernistas Can Quetglas y Villa Schembri, tal como indica el catálogo municipal de edificios protegidos.

Construida en 1867, los más de 500 metros cuadrados de la casa tienen una destacada influencia del estilo italiano, "uno de los más característicos de la zona", según añade el documento que recoge los elementos patrimoniales de interés histórico, artístico y arquitectónico de Palma. El jardín mide casi 2.000 metros cuadrados y en la parte trasera hay una piscina. Originariamente, la zona verde "seguía un prototipo isabelino", pero con las reformas se perdió. Respecto a la construcción, está "definida por una gran sobriedad y simplicidad, conseguidas por la claridad de los volúmenes, por la composición simétrica y por la ornamentación de las fachadas", detalla el catálogo.

La idea de los barones Thyssen al comprar la antigua propiedad de la familia del general Coll de San Simón era pasar allí "largas temporadas", porque a ambos les encantaba Mallorca, tal como manifestó Tita Cervera en enero de 1990 durante una visita para ultimar la remodelación que iban a hacer en la casa ahora en venta. Comentó asimismo que quería que su madre también la habitase largos periodos de tiempo, pero el plan se truncó por el fallecimiento de la progenitora.

No es la primera vez que los Thyssen ponen a la venta la villa de El Terreno, ya que en 1993 salió al mercado por 325 millones de pesetas, cuando estaba en pleno proceso de rehabilitación, con la que se hizo una distribución muy diferente a la originaria.

Los barones se desvincularon definitivamente de la isla cuando murió Luis Gómez-Acebo, duque de Badajoz y marido de Pilar de Borbón, quien veranea aquí. Las obras finalizaron y, como no hubo ningún comprador, la casa estuvo vacía y, posteriormente, alquilada, hasta que han vuelto a colgar el cartel de 'se vende'.