Once intervenciones de ciudadanos, entidades y asociaciones de vecinos realizadas en el pleno de ayer estaban relacionadas con sa Feixina, el monumento al crucero Baleares que el equipo de gobierno quiera demoler, decisión a la que se opone Arca y la plataforma Salvem sa Feixina. Se trata de una cuestión que ha sido recurrente a lo largo de estos dos años de mandato y que aún no está resuelta, puesto que el Ayuntamiento está pendiente de la resolución por parte del Consell de Mallorca del expediente de declaración del monolito como Bien Catalogado. En la sesión de ayer, una propuesta del grupo municipal Ciudadanos, que solicita la inclusión del monolito en el catálogo municipal de elemenotos a proteger, propició que los partidarios de la demolición y los de su protección repitieran en el pleno de ayer sus argumentos. El concejal de Cultura y Memoria Histórica, Llorenç Carrió insistió en que el Ayuntamiento acatará la decisión que adopte el Consell de Mallorca, aunque considera que ésta debe estar fundamentada en criterios técnicos de naturaleza técnoco-artístico y no exclusivamente jurídicos.