Desde el pasado enero, los inquilinos del edificio de la calle Rosa 3 a viven una auténtica pesadilla. El ruido provocado por las obras en el edificio colindante, con entrada también por la calle Campaner, para convertirlo en apartamentos turísticos, no respeta la normativa, ni siquiera el derecho más elemental, el del descanso. Los trabajos donde estuvo el antiguo convento que alojó después a mujeres víctimas de malos tratos, no han cesado ni en domingos ni en festivos. Cosidos a denuncias, desde el Ayuntamiento la respuesta es esquiva.
"Cort no está haciendo nada". Esta es la opinión de los ocho vecinos del inmueble. Algunos, como Thomas, que lleva años viviendo en la finca, se niega a seguir pagando el alquiler. Su planta baja es la que recibe el mayor impacto de las obras. "No puedo salir a la terraza interior porque está llena de polvo", expresa. Otro, Ian, se va dos semanas de viaje "para huir de esta situación".
La indefensión alcanzó cotas alarmantes cuando los vecinos se enteraron de que a partir del 26 de marzo el Ayuntamiento, concretamente Sanidad, les concedió una licencia de obras que les permite trabajar desde las 11 a las 19 horas domingos y festivos, "algo que ya venían haciendo. Sin embargo, ni con permiso cumplen ya que empiezan a hacer ruido antes", indican los afectados.
"Nos hemos informado, y este tipo de excepciones solo se otorgan en casos de que sean obras de interés social. ¿Lo tienen los apartamentos turísticos?", ironiza la vecina H.B. R., que prefiere mantener el anonimato en un asunto que "nos está quitando la salud".
Una de las inquilinas, R.B. es médico. Ayer mismo se personó en Cort para pedir que no renueven ese "permiso especial" más allá del periodo concedido, del 1 de mayo hasta el 5 de julio. "Esta es una zona de Alta Afluencia Turística, por tanto no se pueden hacer obras antes de las 11, pero aquí no se respetan las normas. En el Ayuntamiento han reconocido que solo hace una semana que tienen un técnico para hacer sonometrías", relata.
En la calle de la Rosa hay trasiego de camionetas que descargan los cascotes de las obras. La operación colapsa la vía donde existe el centro de Parkinson impidiendo el paso de las ambulancias que transportan a los enfermos.
Otro de los vecinos, Pedro Servera, se pregunta "si en el BOIB se asegura que no se puede hacer ruido, a qué viene concederles esta bula papal. ¿Quiénes son?" El promotor es Fonda S.L., y la constructora es Egos International Work.
