Más de 4.000 personas celebraron la noche de Sant Joan en el Parc de la Mar y la afluencia a las playas también fue masiva. Después de la fiesta, aun de madrugada, los operarios de Emaya iniciaron las tareas de limpieza y recogieron casi 22 toneladas de residuos.

Los paseos y las zonas de baño se limpiaron antes de las nueve de la mañana y las playas de Palma colgaron la bandera verde a primera hora.

Sin embargo, debido a la cantidad de gente que ha ido a celebrar Sant Joan, y pese al refuerzo de limpieza, los contenedores y recipientes fueron insuficientes y se quedaron desbordados de desperdicios.

En un comunicado de prensa, el Ayuntamiento lamentó el incivismo de quienes dejaron restos de hogueras en la arena y desperdicios en las playas.

De las 22 toneladas de basura recogidas, 19 corresponden a zonas de baño y paseos y otras tres toneladas en el Parc de la Mar.