El camión de recogida de trastos de Emaya pasa el miércoles por la noche por la calle Baix Ordinas, perteneciente al barrio del Vivero. Sin embargo, ayer por la mañana, junto a los contenedores de basura instaldos a la altura del número 12, un viejo colchón, una bañera y algún que otro mueble auxiliar ya habían sido abandonados en la calle.

No es un hecho aislado. Más de la mitad de las denuncias interpuestas por los controladores medioambientales son por abandono de residuos en la calle, fuera de los contenedores o por no depositarlos en el horario establecido. Quienes actúan así se exponen a sanciones de hasta 750 euros, cantidad que asciende si se trata de un electrodoméstico o un residuo considerado peligroso.