"La gente se puede preguntar: ¿Qué tiene la Distribuidora Rotger para ser protegida? Pues en lugar de ser una nave industrial como las cientos que hay iguales en el polígono, tiene características y valores que demuestran que se puede hacer buena arquitectura con una nave". Este ejemplo del presidente de la demarcación de Mallorca del Colegio Oficial de Arquitectos, Nacho Salas, es solo uno de la treintena de inmuebles de la segunda mitad del siglo XX que el Ayuntamiento ha incluido en la ampliación del catálogo de protección de edificios de interés, presentado esta semana.
El gerente de Urbanismo de Cort, Joan Riera, reconoce que "quizá el ojo no experto puede no captar las especiales cualidades arquitectónicas de un inmueble contemporáneo, pero el experto sí las ve, por lo que se incluye en el catálogo municipal para evitar la alteración de sus valores y, no menos importante, porque esta preservación tiene una función pedagógica", añade. Nacho Salas suscribe lo dicho: "dar a conocer estos edificios, darles visibilidad, hace que la gente se fije en ellos y tal vez apreciará la arquitectura actual de calidad".
"Parece que solo los elementos antiguos son valiosos y, de hecho, el primer catálogo de protección, que fue aprobado hace 25 años, les daba la mayor relevancia y apenas trataba la arquitectura contemporánea", como lamenta el representante del COAIB. No obstante, cualquier intervención arquitectónica "necesita tiempo para comprobar su bondad y ser reconocida". Entre sus virtudes, tanto él como Riera enumeran que tenga coherencia, que sea funcional, que haya proporción, que se adecúe al entorno y que aporte propuestas novedosas, es decir, un enfoque o aspecto que hasta ese momento no se había contemplado.
El responsable de Urbanismo insta a promotores y arquitectos a "hacer un esfuerzo para ofrecer arquitectura de calidad", no solo en edificios, sino también en las intervenciones urbanas, como las recién reconocidas de Elías Torres en ses Voltes y Bellver. "Dentro de 20 años se incluirán en el catálogo más calles y espacios públicos", pronostica Salas, porque también pueden formar parte de la mejor arquitectura de Palma.
Conservatorio de Música
Las dependencias se articulan alrededor de un patio central. Las aulas están en el primer piso y se comunican con rampas, lo que confiere gran amplitud visual. Se combina la necesaria funcionalidad con la estética de vanguardia.
Parroquia de Sant Alonso
Obra de Josep Ferragut Pou -el autor del edificio de Gesa, declarado Bien de Interés Cultural-, es una construcción austera, aunque con detalles decorativos de influencia regionalista fijados por los seis óculos labiales que se abren en una planta intermedia.
Palma Sport & Tenis Club
El planteamiento estructural del antiguo Mallorca Tenis Club se basa en la ligereza. El tratamiento de todas las superficies crea un juego de transparencias. Obra de Francesc Mitjans, es un exponente del racionalismo en clave realista.
Distribuidora Rotger
La funcionalidad interior se contrapone con el exterior, que destaca por la adopción de un panel metálico prefabricado como cierre, del que se aprovechan las cualidades expresivas. Se divide en dos grandes espacios: venta al público y almacén.
Pista deportiva
La cubierta de la pista deportiva da una iluminación cenital que potencia la ligereza del conjunto, unido por escaleras en la fachada, que se resuelve con vidrio protegido con una reja. También hay un aparcamiento a medio nivel.
Cámara de Comercio
Se valora especialmente el gran espacio diáfano de la entrada. La interpretación de la tipología tradicional de los casales del casco antiguo se hace en términos funcionalistas, aunque se evocan espacios paradigmáticos, como el patio, adecuados al nuevo uso.
Cuartel de Ingenieros
De estilo racionalista y monumentalista, se organiza alrededor de un patio central con todo el perímetro construido según la distribución de este tipo de edificios. Se estructura simétricamente, diferenciando los tres puntos del acceso central y las esquinas.
Edificio Paseo Mallorca
Es una de las excepciones arquitectónicas del paseo. La expresividad del edificio se deriva de las persianas corredizas, que crean un juego cambiante de sombras. El ideario remite a la obra de J. A. Coderch, en Barcelona.
La Primavera
Este edificio plurifamiliar de mediados del siglo XX y estilo moderno cuenta con una estructura reticular que se eleva sobre un pórtico. Las fachadas laterales tienen un eje vertical descentrado con balconadas. Allí una puerta tripartita enmarcada se alza sobre columnas. El chaflán está articulado también con retícula.
Tròpic
El edificio tiene fachadas en dos calles a diferentes niveles: Marquès de la Sènia y el Marítimo. La primera tiene una composición con vacíos y terrazas a doble altura. De cara al paseo, sobre un muro cortina curvado de dos plantas se alza la torre de pisos, cuyo lateral se pliega para abrirse a las vistas, marcando un ritmo de aberturas.
Baró de Pinopar
Las fachadas de este edificio plurifamiliar se articulan a través de un muro cortina, que se resuelve con persianas correderas. El efecto expresivo es acentuado con la resolución estructural angular de los muros, avanzados en las fachadas laterales y con retranqueo en el chaflán.
Margalida Caimari
El planteamiento volumétrico presenta aspectos identificables con el racionalismo, combinados con elementos del vocabulario tradicional que no alteran la pureza del conjunto. El autor, Josep Ferragut Pou, avanza soluciones que se repetirán en reformas del plan Alomar.
Ses Voltes
Se protege la rehabilitación del espacio que ocupaba un antiguo cuartel, convertido en teatro al aire libre, los centros expositivos bajo el paseo de la muralla y el pavimento hasta la plaza de la Portella. Ses Voltes forma parte del proyecto de reforma del paseo de Dalt Murada, obra de Elías Torres y José Antonio Martínez Lapeña.
'Escoleta' del Molinar
Precedida por una placita, se desarrolla en una sola planta. Las aulas se resuelven en una pieza lineal con fachada al patio y las zonas comunes se plantean como un conjunto de piezas arqueadas. Destaca su adaptabilidad y la interacción interna.
Les Cent Cases
Las 102 casas son anteriores a la segunda mitad del siglo XX, ya que se construyeron entre 1929 y 1934. Este conjunto originariamente destinado a obreros e impulsado por un grupo de ellos destaca por constituir un oasis de viviendas unifamiliares en medio de la ciudad.
Centro Amadip Son Roca
El centro consta de tres edificios independientes, tanto en el ámbito formal como en la función. En los talleres ocupacionales hay un máximo aprovechamiento energético. Las aulas de formación y la bodega también tienen reconocidos valores.
