“Hemos salido de la comisión entre indignados y enfadados, porque estamos cansados de esperar”, manifestó ayer la presidenta de la asociación Memòria de Mallorca, Maria Antònia Oliver, al término de la comisión del Patrimonio del Consell de Mallorca que decidió dejar sobre la mesa, a la espera de recabar más informes, la decisión de declarar o no sa Feixina como Bien Catalogado.

Oliver pidió “valentía” a los políticos de izquierdas del Consell, de quienes le hubiera gustado “un pronunciamiento claro y contundente sobre la eliminación de este monolito fascista”.

Al respecto, insistió en que “no nos deben gobernar los técnicos ni los funcionarios”, por lo que en la comisión de hoy, además de “la estrategia de aplazar la decisión”, que manifestó desconocer, “deberían haber manifestado claramente que no se puede proteger porque es un monumento a un crucero que cometió crímenes de guerra”.

Manel Domènec, de la Plataforma sa Feixina sí que Tomba, que quiere la demolición del monumento y aglutina a más de 50 asociaciones, insistió en que ese debe proteger también el “patrimonio inmaterial de las víctimas”.

Por su parte, el presidente de la comisión del Patrimonio, el socialista Francesc Miralles, afirmó que “nos han secuestrado el debate en torno a los valores patrimoniales del monumento al crucero Baleares”, puesto que, a su juicio, “dirimir si se debe demoler o no o de si está adaptado o no a la Ley de Memoria Històrica no es competencia de esta comisión, que debe pronunciarse única y exclusivamente sobre si sa Feixina reúne o no los valores especiales suficientes par ser Bien Catalogado”.

Advertencia de Arca

Advertencia de ArcaAsimismo, la entidad proteccionista Arca advirtió al gobierno del Consell que “pedir informes a su conveniencia es impropio y peligroso”, y recordó que “han dispuesto de todo un año para pedirlos y presentarlos y no lo han hecho”. Por ello, la entidad proteccionista insiste en que el Consell “debe centrar sus esfuerzos en restituir la memoria y la dignidad de las víctimas del franquismo”, por lo que les instó una vez más a que “abandonen la idea de destruir sa Feixina” ya que, a su entender, “no es un monumento fascista” y fue adaptado en 2010 a la Ley de la Memoria Histórica por decisión “unánime” del PSOE, PSM, Verds, UM y PP.

Para el teniente de alcalde de Modelo de Ciudad, Antoni Noguera, “si el Consell entiende que necesita solicitar más informes para adoptar una decisión sobre la protección o no del monolito, adelante”. Recordó que en la ponencia técnica de la semana pasada la representante del Ayuntamiento de Palma, la arqueóloga municipal, Magdalena Riera, abandonó la sesión sin votar al entender que se estaba “intimidando a sus miembros con la exposición de un informe jurídico que les instaba a votar a favor de la declaración del monolito como Bien Catalogado”. Reiteró que “si no se proteje, proseguiremos con la tramitación del expediente de demolición”.

Insistió en que en estos momentos la cuestión de catalogar o no el obelisco “está en el Consell y nosotros vamos a respetar su decisión, tal como hemos anunciado en repetidas ocasiones”. En relación a si el Ayuntamiento está dispuesto a iniciar un procedimiento para incluir el obelisco en el catálogo municipal de elementos a proteger, manifestó que “esta decisión no corresponde adoptarla al Consell”.