La comisión del Patrimonio del Consell de Mallorca, a petición de su presidente, el socialista Francesc Miralles, dejó ayer sobre la mesa si eleva o no al pleno de la institución insular la declaración como Bien Catalogado del monumento de sa Feixina.

En una comisión en la que, de forma excepcional, se permitió la presencia de público, el presidente planteó la necesidad de recabar más informes a los técnicos de la casa, a la Universitat de les Illes Balears (UIB) como entidad consultiva en materia de Patrimonio, y al Ayuntamiento de Palma, antes de elevar una propuesta de preservación o no del monumento al crucero Baleares.

Miralles se comprometió a pronunciarse antes de que se agote el plazo fijado en el 21 de julio, después del cual el expediente deberá archivarse y no se podrá iniciar otro antes de un año.

También justificó que se deje el punto sobre la mesa por la necesidad de recabar un informe jurídico que aclare el procedimiento, puesto que está pendiente de resolución el contencioso administrativo interpuesto por el Ayuntamiento de Palma contra la apertura de este nuevo expediente de protección.

En este punto, Miralles manifestó que quieren aclarar si, ante este recurso, el Consell debe o no suspender la tramitación del expediente de protección hasta que el juzgado se haya pronunciado.

Además, han echado en falta en el expediente informes técnicos de la casa, ya que la ponencia técnica de la semana pasada solo se pronunció en base a un informe elaborado por el jefe de los servicios jurídicos y redactado antes de disponer de informes de los técnicos de Patrimonio, una situación que la directora general Kika Coll manifestó que "no es la habitual". También se van a recabar informes de la UIB como organismo consultivo en materia de Patrimonio, una cuestión que es obligatoria cuando se tramita la declaración de Bién de Interés Cultural (BIC) y potestativa en el caso de un Bien Catalogado.

Asimismo, se solicitará un nuevo informe al Ayuntamiento de Palma, que en este trámite no ha remitido, puesto que considera que el Consell no podía iniciar un nuevo procedimiento de catalogación, después de que la comisión de Patrimonio del Consell de diciembre de 2015, por amplia mayoría de 12 votos a favor, decidiera que el obelisco de sa Feixina carece de valores artísticos e histórico-artísticos suficientes para ser declarado como Bien de Interés Cultural o Bien Catalogado.

Si bien la decisión de dejar el tema sobre la mesa es competencia del presidente de la comisión, se abrió un amplio debate sobre esta cuestión que duró más de una hora. Apoyaron la necesidad de solicitar más informes los representantes de los partidos del pacto que gobierna el Consell de Mallorca (PSOE, Més y Podemos).

El PP se manifestó en contra de la decisión de dejar sobre la mesa la el pronunciamiento de la comisión ya que su portavoz, Joan Rotger, consideró que los miembros de este órgano disponen de los informes y de un dictamen de la ponencia técnica suficientes para pronunciarse. Rotger solicitó asimismo que se pidan a la UIB no solo informes sobre el valor patrimonial del monolito, sino que también se pidan a otros departamentos sobre sobre cuestiones jurídicas e históricas.

Antoni Amengual, de El Pi, no apoyó la decisión, aunque tampoco se opuso y criticó a los integrantes del pacto por no haber solicitado los informes antes si consideran que son necesarios.

Por ultimo, Catalina Serra, representante de Ciudadanos, formación partidaria de mantener el monolito, consideró que el aplazamiento es una "excusa" para retrasar el pronunciamiento sobre la protección.