Se informado a las familias. Este sábado [por ayer] tocaba la primera jornada de trabajo para transformar parte del colegio Aina Moll i Marquès, en la conocida como plaza de los Patines. La cita era a las diez de la mañana y había que acudir preparado, con ropa cómoda, herramientas y los materiales necesarios. La comisión del proyecto de mejora del patio tenía dudas sobre la respuesta que obtendría, reconoce su coordinadora, Laura Collado. Pero la incertidumbre duró poco. Hasta 150 personas, entre padres, alumnos y docentes se presentaron puntuales y se pusieron manos a la obra.

Mientras unos preparaban el muro exterior, para que los alumnos de la Escola Superior d'Art i Disseny lo pinten a partir de este lunes, otros serraban maderas y con palets fabricaban una cocinita para jugar, además de una especie de banco-balancín; había quien construía una rampa con cuerdas para que los niños puedan escalar y quien organizaba y guiaba a los pequeños para que colaboraran en un mural... "En una hora teníamos acabado lo principal", contaba al mediodía Laura Collado, sorprendida por tanta colaboración.

La de ayer fue la primera jornada de trabajo del proyecto Quin pati volem, que forma parte de Hack the School, una iniciativa de la Fundació Jaume Bofill. El haber sido seleccionados les ha supuesto meses de orientación, sesiones de preparación y de diseño del nuevo patio, intentando satisfacer todas las demandas: un rocódromo, más bancos, espacio para ser pintado, zona de juegos... hasta un pequeño bosque, que será la culminación de todo.

Las ganas de las familias por ver mejorado el patio, que lo necesitaba desde hace años, llevó a adelantar a este fin de semana la primera jornada de trabajo. Lo complicado llegará después del verano, explicó Collado. Crear una zona verde con sus elevaciones del terreno y árboles requerirá intervención de arquitectos profesionales y un permiso de obra mayor.

De momento, han conseguido un patio muy mejorado, con nuevas zonas de juegos y que estrenarán el próximo viernes, en el sopar a la fresca, con rifa incluida gracias a la colaboración de todo el barrio.