El edificio de la plaza Fleming que fue okupado el año pasado pretende ser convertido en pisos turísticos, según alertan desde la asamblea vecinal 'Capitol per a qui l'habita', que ha conseguido paralizar las obras ilegales que se estaban realizando. Después de numerosas denuncias ante Cort por la irregularidad de los trabajos efectuados, el departamento de Disciplina Urbanística ordenó la "inmediata suspensión" de las obras, como destacan.
El promotor del inmueble, que ha solicitado el cambio de uso de residencial a turístico, llevó a cabo sin licencia la demolición de la cubierta -de unos 175 metros cuadrados-, la construcción del forjado de hormigón en sustitución de la cubierta, la edificación de un piso, la construcción de un hueco de ascensor, la demolición de tabiques y la retirada de carpintería, entre otros trabajos, según detalló un celador municipal en su informe tras una inspección a la finca y tal como difunden desde el colectivo ciudadano creado a raíz de las obras ilegales.
'Capitol per a qui l'habita' tiene entre sus objetivos que el edificio de la plaza Fleming esquina con la calle Reina María Cristina no acabe siendo otro inmueble de alojamientos turísticos, al igual que el ubicado en la esquina que da a la calle Arxiduc Lluís Salvador y que llena de visitantes el antiguo bar Milán, ahora reconvertido. Para la asamblea, es un símbolo "representativo del proceso de gentrificación que ha empezado a sufrir el barrio, porque está cerca del centro y bien comunicado", describe uno de sus miembros.
Reuniones vecinales
Tanto él como la presidenta de la asociación de vecinos de Capitol añaden que "los alquileres están aumentando, por lo que muchos jóvenes no encuentran nada y se tienen que ir a zonas cada vez más alejadas". La gentrificación por el atractivo de la barriada, ligada al arrendamiento vacacional, está movilizando a los residentes y ayer mismo tuvieron una reunión, organizada por la asamblea, para explicar las consecuencias de que prolifere este tipo de negocio en Capitol-Arxiduc.
Han editado dípticos sobre la nueva oferta turística, a la que achacan la subida de los precios y "el desplazamiento de familias con menos renta". Y recuerdan además que "el incremento del alquiler vacacional conducirá a la desaparición de la vida social en el barrio y a cambios importantes en la oferta comercial, con un monocultivo de negocios para 'servir' a los turistas". Sin olvidar los problemas de "ruidos, fiestas, entradas y salidas a determinadas horas de la noche, así como perder seguridad en el edificio por tener que dar acceso a personas desconocidas".
Todo ello lo están padeciendo en el casco antiguo, donde tanto la asociación vecinal Canamunt como 'Ciutat per a qui l'habita' se han movilizado en numerosas ocasiones para luchar contra los alquileres ilegales. La asamblea ciudadana celebra hoy un nuevo encuentro para informar a los afectados y preocupados por este asunto. Será a las 19 horas en la plaza Raimundo Clar.
