Mientras publicaciones como Condé Nast Traveller o National Geographic pondera las virtudes de Palma como destino turístico, el rifirrafe político entre Infraesructuras , liderado por el podemita Rodrigo Romero, contra Emaya, responsabilidad de Neus Truyol, de Més, ha dejado al pairo el cuidado de parques y jardines de la ciudad. Ni más ni menos que una veintena de espacios verdes viven en el limbo a la espera de que se pase la escoba.

El alcalde ha tomado cartas en el asunto. José Hila pide disculpas a la ciudadanía por la suciedad que el paseante se encuentra en lugares como s'Hort del Rei, la puerta de entrada de miles de turistas a uno de los destinos más buscados en esta temporada.

"Lamentamos mucho lo que ha pasado, pedimos disculpas a la ciudadanía y trabajamos para encontrar una solución lo más rápido que sea posible, una solución que pasa irremediablemente por limpiar", indicó ayer el portavoz del equipo de gobierno.

A un mes del relevo de alcalde, con desacuerdos en materias como la venta ambulante, esta misma semana se evidenció que en este gobierno tripartito hay puntos divergentes. Emaya (Més) avisó a Infraestructuras (Podem Palma) de que iba a dejar de limpiar los parques cerrados en virtud de una comunicación de diciembre y que debía llevarse a la práctica en enero. Ésta se evidenció en la suciedad en el bosque de Bellver puesto que Emaya había cumplido su aviso. A raíz de la información publicada por este diario, en la que Bellver era un auténtico 'estercolero', se supo que en Cort la limpieza era un asunto nada higiénico.

La respuesta desde Infraestructuras fue decir que la limpieza de los parques no era de su competencia sino de Emaya. Ésta recuerda que conforme a la encomienda alcanzada veinte años atrás con el Ayuntamiento, la empresa de limpieza se hace cargo de calles y plazas, no de jardines ni parques.

Mientras, la cara verde de Palma deja mucho que desear. Los jardines como los de s'Hort del Rei, uno de los veinte de la lista de parques cerrados, y por tanto, afectados por este desencuentro político, es deplorable. Ayer mismo, bastó un paseo por la zona para retratar el descuido. Nancy, la escultura del artista internacional Calder, con bolsas de plástico a sus pies; o bajo el palacio de la Almudaina, algunos de sus huecos convertidos en 'despensas' de escombros; o las sempiternas aguas sucias del lago de los cisnes; o restos de comida; o un pavimento sucio. Por no hablar del olor a orines. Hila ha prometido que este fin de semana se limpiará.