La raíz del ficus protegido de la Misericòrdia que hacía peligrar el muro de la Sang ha sido cortada. Técnicos del servicio de protección de especies de la conselleria de Medio Ambiente del Govern han hecho catas sobre el terreno esta semana para comprobar de dónde procedía la raíz y que su desaparición no suponía ningún riesgo para el árbol, catalogado como ejemplar singular. Después de confirmar que no se trataba de "una raíz estructural", los expertos marcaron cómo y dónde se podía cortar.

En la actuación intervinieron además los técnicos de Parques y Jardines y los de Infraestructuras del Ayuntamiento. Se ha quitado todo lo que quedaba debajo de la acera y se ha protegido la zona del ficus para que las raíces no sigan creciendo hacia la pared, unos trabajos que se realizaron a 50 centímetros del muro afectado. Ahora el consistorio podrá seguir las obras de acondicionamiento de la pared y la balaustrada de la vía de acceso a la plaza donde se encuentra la iglesia de la Sang.