La plaga del mosquito tigre se ha extendido por toda Palma. Desde mediados de abril hasta mitad de noviembre, cualquier recipiente con agua estancada, por pequeño que sea, es el caldo de cultivo perfecto para esta especie. El Ayuntamiento combate su proliferación en espacios públicos, pero en el 80% de los casos el insecto cría en propiedades privadas. Por ello, este año, y por primera vez, las asociaciones de barrios, los vecinos y los gestores de fincas podrán solicitar a Cort información, asesoramiento e inspecciones, con el objetivo de detectar la presencia del mosquito y combatirlo.

Desde el pasado día 8 y durante cinco meses, técnicos de la empresa Lokímica aplican en imbornales productos específicos contra la proliferación del temido mosquito tigre, cuya incidencia es para Cort "un problema de salud" para el que "no hay fronteras", comentó ayer Antònia Martín, regidora de Salud y Consumo del Ayuntamiento. Aunque no hay datos del número de personas afectadas, cuando hay algún caso de especial relevancia, se pone en marcha un protocolo de avisos y se lleva a cabo un tratamiento intensivo en la zona.

Actuaciones concretas

Esta temporada, el Consistorio centrará su campaña de prevención en escuelas, centros de salud y unidades básicas de salud, por ser lugares frecuentados por niños y personas mayores, individuos con especial vulnerabilidad ante la picadura de este mosquito. Los operarios inspeccionarán los imbornales y pintarán el interior con un producto especial, a unos diez centímetros por encima del nivel del agua estancada, que es la altura a la que los mosquitos ponen sus huevos, para evitar su reproducción.

La empresa adjudicataria dispone de diferentes productos para combatirlo y según confirmó Alberto Chordà, biólogo y delegado de Lokímica, tienen una efectividad total contra todo tipo de mosquitos. Por ese motivo, el experto aseguró que este podría ser un verano con menos insectos, debido a esta campaña de prevención en todos los barrios.

Además de pintar el interior de los imbornales, se echará un granulado al agua estancada y en parques, jardines y en el cementerio se colocarán unas 'trampas' para mosquitos. Se trata de unos vasos con agua, para atraer a los insectos, y un palo de madera para que depositen en él los huevos. De esta manera, una bióloga controlará la presencia del tigre.

Control de plagas

Esta campaña tiene un presupuesto de 55.000 euros, pero además, el Ayuntamiento participa en un comité de seguimiento de plagas de la conselleria de Salud, ya que "el enfoque tiene que ser sanitario", remarcó Martín.

Por otra parte, el Consistorio ha aprobado el pliego de condiciones para contratar un servicio de control de plagas por 550.000 euros. Sobre esta cuestión de "salud pública", Cort no contempla "rebajas", según indicó la concejala Martín.