El futuro de la antigua fábrica Calzados Gorila no está cerrado, aunque su propietaria, la familia Sampol, tiene la intención de combinar la iniciativa privada y pública, dando cabida a viviendas y oficinas o talleres ocupacionales.
Según han confirmado fuentes de Sampol Ingeniería y Obras, la intención es rehabilitar y dar uso a lo que queda de la vieja fábrica, en La Soledat, que llegó a tener 400 trabajadores, porque "fue un motor que desarrolló la zona".
Las mismas fuentes confirman que el edificio está en vías de catalogación por parte del Ayuntamiento de Palma y que también está a la espera de la aprobación de un cambio de usos a través del Plan Especial de Rehabilitación Interior (PERI).
Esta modificación será la que permitiría poder habilitar viviendas, además de una zona verde y espacio para uso público, para que pueda dar "un servicio a la ciudad", informan desde el departamento de comunicación de la empresa propietaria.
Sampol adquirió este patrimonio en una subasta y mantiene la convicción de que La Soledat "es una zona que se va a desarrollar", con la rehabilitación de Can Ribas y la construcción de la Caja de Música.