El Ayuntamiento de Palma asegura que la calidad del agua de la Playa de Palma es "excelente", pese a que esta zona turística no ha recuperado la bandera azul perdida el año pasado.

La portavoz del equipo de gobierno de Cort y presidenta de la Empresa Municipal d'Aigües i Clavegueram (Emaya), Neus Truyol, explicó que las analíticas del agua de mar realizadas a lo largo del año pasado dieron como resultado que el liquido sanitariamente es "excelente", la máxima puntuación que recoge el Real Decreto 1341/2007, de 11 de octubre, sobre la gestión de la calidad de las aguas de baño.

Por este motivo, según la teniente de alcalde, la no recuperación de la bandera azul concedida por la Fundación de Educación Ambiental (FEE) se debe a que este organismo exige la calificación de excelente del agua a lo largo de cuatro ejercicios consecutivos. Según el baremo que utiliza esta asociación, el agua de la Playa de Palma consiguió la calificación de "apta" para el baño.

En 2016 se perdieron tres de las cuatro banderas azules concedidas a las playas de la ciudad. En 2015 también se había perdido la de Cala Major. La mantuvo Cala Estància y este año la ha recuperado Can Pere Antoni, por lo que tanto la Platja de Palma como Ciutat Jardí seguirán sin este distintivo de calidad.

Truyol recordó que, en el caso de la Platja de Palma, se perdió en 2016 debido a que, en uno de los seis puntos en los que se analizó el agua a lo largo de esta zona de la costa durante 2015, en tres ocasiones no se obtuvo el resultado de "excelente".

Esta situación se produjo como consecuencia de las lluvias torrenciales que vertieron en varias ocasiones al mar agua mezclada con lodos y suciedad acumulada en el colector de agua pluvial que recorre la primera línea del paseo de la zona turística. Manifestó que esta situación probablemente mejorará en un futuro, puesto que el año pasado se limpió parcialmente este colector, también denominado CAZ, y ahora ya se han iniciado los trabajos para ejecutar el resto del proyecto.

Esta limpieza no se había realizado nunca desde que fue construido a mediados de los años 90 con el fin de repartir el vertido de agua pluvial a lo largo de la playa. El año pasado se limpiaron 2.300 metros lineales de los casi 4.000 que tiene y se retiraron de su interior más de 60 toneladas de lodos.

Truyol, recordó asimismo el déficit "crónico" de inversiones en materia de saneamiento por parte de las administraciones autonómica y estatal, que se pretende paliar con la ejecución en los próximos años de un plan de acción, que incluye inversiones por un importe de más de 300 millones.

Entre las más necesarias, la teniente de alcalde señaló la construcción por parte del Gobierno central de una nueva depuradora que sustituya a la del Coll d´en Rabassa, obra que se debe acompañar de la ejecución de un nuevo emisario submarino.

También se debe construir un nuevo colector que permita trasladar por gravedad el agua residual de buena parte de la ciudad a la depuradora sin tener que bombearla desde las distintas estaciones situadas en primera línea de costa, entre otros.