Un nuevo vertido de residuos fecales en la Bahía de Palma ha puesto de manifiesto los graves problemas que tiene Mallorca, visitada anualmente por millones de turistas, para sanear sus aguas residuales. En esta ocasión, la expulsión de los detritos se produjo el pasado sábado a través de una tubería submarina situada a poco menos de 500 metros de la bocana del Club Marítimo San Antonio de la Playa, a muy poca distancia de la playa, y fue captada en vídeo por un navegante que se encontraba en la zona con su lancha neumática.

En la grabación, a la que ha tenido acceso Gaceta Náutica se ve claramente cómo el vertido provoca una gran mancha de color marrón sobre las aguas. El autor del vídeo narra cómo el olor se hace insoportable a medida que avanza hacía la desembocadura de la tubería submarina, que podría tratarse de una válvula de escape del sistema de emisarios que arrojan al mar las aguas de la depuradora principal de Palma.

Un empleado del club náutico ha explicado que “hacía muchos años que no se producía un vertido semejante en la zona”, donde suelen entrenar los niños de la escuela de vela. De hecho, en el vídeo se ve a varias personas practicando kits sur a escasos metros de la zona afectada.

La Universidad de las Islas Baleares (UIB) confirmó recientemente la presencia de bacterias provocadas por la acumulación de materia orgánica en la desembocadura de uno de los emisarios submarinos principales de la depuradora de Palma. Esta situación habría provocado la muerte de una importante extensión de posidonia oceánica, una planta marina protegida. Una situación similar en Canarias ha llevado a la Fiscalía a abrir diligencias penales.

La empresa municipal responsable del tratamiento del agua, Emaya, ha admitido que el sistema de saneamiento de Palma está obsoleto y tiene dificultades para hacer frente al incremento poblacional derivado del turismo.