El espectacular crucero Freedom of the Seas, de 338 metros de eslora, visitó ayer por primera vez el puerto de Palma. Este buque perteneciente a la naviera Royal Caribbean forma parte de una serie de tres barcos gemelos y tiene bordo todo lo imaginable, como por ejemplo quince cubiertas, entre las que encontramos desde una auténtica calle comercial pasando por un teatro para 1.350 espectadores, varios restaurantes, una gran zona de spa, pista de hielo, un rocódromo para practicar la escalada, un campo de minigolf de nueve hoyos, una cancha de baloncesto y una piscina que genera olas para practicar surf.

El Freedom of the Seas coincidió en Palma con otros cuatro cruceros, por lo que ayer fue primer pleno de la temporada, a los que hay que sumar la visita del pequeño Le Ponant al puerto de Alcúdia.

En este viaje, el Freedom of the Seas venía de Málaga, dentro de un crucero de 14 días que se inició en Fort Lauderdale, en Florida, el pasado 23 de abril y el transcurso del cual también visitó Lisboa y Cádiz. De Palma partió para Barcelona, fin de su actual viaje. Todo este verano estará en el Mediterráneo, teniendo previsto visitar el puerto en otras tres ocasiones este año.

Fue construido en los astilleros Kvaerner Masa Yard, en la ciudad de Turku, en Finlandia, y realizó su viaje inaugural en mayo de 2006. Tiene una eslora de 338.8 metros, una manga de 38.6 metros, 154.407 toneladas de registro y una capacidad máxima de 4.375 pasajeros en 1.884 camarotes, con una tripulación de 1.360 personas. Su planta propulsora está compuesta por seis motores que conectados a tres hélices azimutales le confieren una velocidad de hasta 21,6 nudos.

Su dueño es la Royal Caribbean International, con base en Miami, que fue fundada en 1968 y hoy es uno de los principales grupos en el sector de los cruceros.