La Policía Local desalojó ayer por la mañana Ca ses Mopis, una antigua oficina de BMN en la calle Marquès de Fontsanta ocupada y reconvertida en local social. El establecimiento quedó cerrado, custodiado por un guarda de seguridad las 24 horas, y con todos los objetos de sus usuarios dentro.

Sobre las nueve de la mañana, cuando Ca ses Mopis permanecía cerrado (las actividades sociales se realizaban por las tardes), los agentes de policía municipal llegaron y un cerrajero procedió a cambiar las cerraduras del local. La Policía Local actuó por orden judicial, después de que BMN presentara hace unos meses una denuncia por usurpación de bien inmueble.

Tras la actuación de la Policía local, llegaron tres furgonetas de la Policía Nacional. Finalmente, se quedaron tres policías.

La denuncia

Fuentes relacionadas con la propiedad, indicaron que BMN tenía previsto vender este local, operación que no era posible mientras estuviera ocupado. Por este motivo, según el mismo testimonio, la entidad bancaria inició un proceso judicial para recuperarlo.

Antoni Villalonga, asesor de distrito Norte, explicó que Ca ses Mopis era "una ocupación de uso social" y que el desalojo era un hecho previsible, aunque los ocupas no habían recibido ningún aviso del cambio de cerraduras de ayer. Cabe recordar que este colectivo ya fue desalojado de un edificio de la plaza Alexander Fleming, también en Palma, el pasado año.

De forma pacífica

El asesor de distrito confirmó que el desalojo se había producido sin enfrentamientos y que tampoco había quejas vecinales por la actividad de Ca ses Mopis. De hecho, en su blog, este grupo había anunciado que habían liberado esta antigua oficina bancaria para convertirla en "un espacio autogestionado, libre de imposiciones, jerarquías y discriminación".

Ca ses Mopis también se comprometió a que fuera un lugar "libre de drogas (alcohol, humo, café, drogas sintéticas, etc.), donde no se harán fiestas ni actividades nocturnas (con lo cual intentaremos molestar lo más mínimo) y donde el tipo de alimentación es vegana, es decir, libre de explotación animal".

En los comercios vecinos confirmaron que la actividad de Ca ses Mopis les había pasado inadvertida y nunca habían causado molestias.

Antoni Villalonga, tras el desalojo, instó a buscar alternativas. "Como asesor, creo que hay muchos espacios municipales en desuso que se pueden remodelar y utilizar", manifestó.

Integrantes de Ca ses Mopis se negaron ayer a hacer declaraciones. Sin embargo, en las redes sociales se anunció una concentración para esta tarde, a las 19 horas, en apoyo al colectivo social, delante del local desalojado.