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Sa Torreta

Herencia de los viejos cines

Algunos cines de Palma sobreviven incluso después de proyectar su The end. Perduran en la memoria de la ciudad, en el recuerdo...

La clínica veterinaria Metropolitan conserva el nombre del cine.

Algunos cines de Palma sobreviven incluso después de proyectar su The end. Perduran en la memoria de la ciudad, en el recuerdo de muchos de sus ciudadanos y, de eso va este artículo, en la toponimia comercial de la vecindad.

Paseo junto al mercado de Pere Garau y contemplo con cierta tristeza la fachada tapiada de lo que en 1943 se inauguró como Cine Metropol. Se reinauguró como Metropolitan Palace en 1966. Veintidós años después se convirtió en Multicines Metropolitan. Hace seis cerró sus puertas porque "los complejos de ocio eran una competencia demasiado fuerte", según explican Verònica y Tomeu Fiol en Els cinemes de Palma.

Apenas he podido lamentar la defunción cuando descubro que a unos cien metros existe una clínica veterinaria que se llama Metropolitan. Unos metros más cerca hay un salón de juegos que también conserva el nombre de la desaparecida sala. Creo que alguna oficina bancaria adoptó este apellido para ser identificada entre los empleados.

Denominaciones con anclaje histórico rodeadas de restaurantes y comercios chinos con nombres como Alegría, Nueva Moda, Xaxa o bar Fu-Jian-Xiao-Chi; un sex-shop llamado Masters y otro bar más autóctono: Cal Tio Tolo.

La pervivencia de Metropolitan es la prueba de la importancia que tuvo el cine, el entretenimiento colectivo, para la capital a lo largo del siglo XX. Las salas eran un lugar de referencia para los ciudadanos.

El Metropolitan no es el único ejemplo. Para muchos la plaza Fleming sigue siendo la del Capitol y en sus inmediaciones se encuentra un restaurante que conserva el nombre de la sala que funcionó entre 1946 y 1987. El hotel Palacio Avenida preserva la memoria del cinematógrafo existente en el mismo edificio entre 1943 y 2000. Rialto Living recuerda aquel teatrillo que alternaba las obras de Xesc Forteza con las películas de arte y ensayo. El Café Moderno, en la plaza de Santa Eulàlia, está enfrente de lo que fue el cine Moderno, que abrió sus puertas en 1913 y fue el primero de las islas en incorporar el sonido.

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