José María Rodríguez podrá volver a acercarse al Ayuntamiento de Palma. La Audiencia Provincial ha desestimado la orden de alejamiento de 300 metros que el pasado agosto le impuso el titular del juzgado de Instrucción número 12 de Palma, Manuel Penalva, que investiga la presunta corrupción en la Policía Local de la capital. El auto también deja sin efecto la prohibición que tenía Rodríguez de acercarse al departamento de Urbanismo, el cuartel de San Ferran y a tres testigos.

La Audiencia considera que "no está suficientemente motivada" la instrucción de Penalva, que impuso la orden de alejamiento al considerar que existía un riesgo real de que Rodríguez, expresidente del PP de Palma, pudiera "influir, presionar o coaccionar" a alguna persona dentro de la investigación.

Penalva justificó su resolución porque Rodríguez "habría participado en actividades presuntamente delictivas (...)", pero la sala critica en su auto que el magistrado no concretara ni explicara cuáles eran esas actividades delictivas. "Esa falta de concreción de los indicios que justifican la adopción de la medida cautelar por parte del Juzgado instructor, nos impide llevar a cabo la labor revisora que nos compete en cuanto a la corrección de la medida adoptada", afirma el escrito de la Audiencia.

Finalmente, la sala considera que tampoco se sostiene la afirmación de Penalva de que Rodríguez tenía comportamientos intimidatorios contra los testigos de la investigación, y critica que el magistrado no concretara de qué manera podía materializarse esa coacción.