Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Palma a Palma

Misterios

Los amantes de lo esotérico y de sus "cuartos milenios" se entusiasman delante de los hechos enigmáticos. Monumentos o escritos en clave. Signos de otros mundos. Presencias difusas de otra dimensión. Pero en realidad nadie se acuerda de que sólo existe un gran misterio. El pasado.

No hace falta buscar civilizaciones extraterrestres, ni pergaminos cifrados, para sentir ese estremecimiento profundo de aquello que es inasible, que se escapa a nuestra concepción racionalista de la vida. Basta con evocar tu pasado.

A veces te topas con un escrito tuyo de hace muchos años. Y de repente, escuchas una voz que te parece desconocida. No recuerdas nada del momento en que lo hiciste. Ni siquiera te reconoces en el contenido. Te preguntas con asombro: "¿Quién era ese Yo que ahora no reconozco?"

El mundo de las cosas que vas dejando atrás tiene abismos cognitivos insondables. Plantea cuestiones mil veces más oscuras y apasionantes que si hay civilizaciones en otras galaxias. Porque todo aquello lo has vivido, lo has procesado. Pero ahora de repente parece pertenecer a la mente de otra persona. Recuerdos ajenos, perdidos, trasformados.

¿Por qué pequeños detalles sin importancia reflotan en la memoria? Y los recuerdas con toda nitidez. Y en cambio otros, mucho más importantes, se han desvanecido en la niebla. ¿Adónde han ido a parar? ¿Perviven? ¿Se han destruido? Y si no es así, ¿a qué esperan para reaparecer?

En el mundo de tus recuerdos hay pirámides por descubrir, naves de otras dimensiones, ectoplasmas y agujeros negros. Construidos con el material de tus hechos y tus sueños. Que son aparentemente tuyos pero que se revelan como tus poseedores. Independientes a ti. Indescifrables.

Eso sí que es un misterio.

Compartir el artículo

stats