Terminan unas procesiones y empiezan otras, las de los turistas de cruceros. Durante la jornada festiva de ayer, Lunes de Pascua, los tres buques que coincidieron en el puerto de Palma abarrotaron el centro histórico y el castillo de Bellver con casi 10.000 visitantes en solo unas horas, ya que tienen capacidad para 10.380 pasajeros, aunque no estaban al completo. La temporada crucerística en el Mediterráneo suele comenzar a finales de abril o principios mayo, pero este año se ha adelantado un poco porque la Semana Santa se ha retrasado y las navieras han querido aprovechar al máximo el periodo festivo.

Durante esta semana, los días con el mayor número de escalas son ayer y mañana, con tres cada jornada, mientras que hoy viene el Costa Diadema, con capacidad para cerca de 5.000 pasajeros, y el jueves habrá otros dos buques. La próxima semana continuará y se incrementará el goteo de cruceros con entre dos y tres barcos todos los días, según las previsiones de la Autoridad Portuaria.

Los primeros visitantes de ayer llegaron en el Costa Favolosa a las ocho de la mañana procedentes de Barcelona y una hora después atracó el MSC Fantasia, de 333 metros de eslora, solo 28 menos que el crucero más grande del mundo. Sus pasajeros también acababan de dejar atrás la Ciutat Comtal mientras que los últimos en pisar tierra en Palma ayer, los turistas del Costa Mediterránea, se encuentran paseando hoy por las Ramblas barcelonesas tras abandonar la capital balear a las 19 horas y pasar toda una noche navegando.

Alrededor de medio millar de cruceristas subieron en el primer turno de trayectos de la docena de autocares contratados para ir y volver desde el muelle de Ponent hasta el casco antiguo y viceversa de forma continua. Paraban en el camino de la Escollera, por lo que el trasiego de personas en esta zona no cesó en toda la mañana y los vendedores ambulantes se apostaron en la confluencia con el paso de peatones de la autovía para ofrecerles sus artículos.

Los turistas que se apuntaron a la excursión guiada por la ciudad visitaron el castillo de Bellver, la Catedral y el barrio gótico a pie, mientras que recorrieron el Born, la Rambla, parte del Eixample y el Coliseo Balear en autocar. Una guía les explicó desde los orígenes romanos y árabes hasta el derribo de las murallas, entre otros datos históricos, cuatro horas en total para aproximarse someramente a la Palma antigua antes de volver al barco para comer y descansar de la caminata.

Italianos y franceses

La mayoría de los cruceristas de ayer eran italianos y franceses, aunque también había alemanes, según enumeró otro trabajador. Todos ellos se entremezclaron con el resto de turistas de Ciutat y los residentes que disfrutaban de la soleada jornada festiva.

La temporada de cruceros se prevé intensa, sobre todo en mayo y junio, ya que se concentrarán en el Mediterráneo todos los buques que ahora abandonan Canarias y el Caribe para continuar la oferta en aguas europeas. Además, la inestabilidad en los países árabes puede atraer más barcos hacia la zona occidental. En julio y agosto, los cruceros recorren sobre todo los fiordos y a partir de septiembre regresarán al sur.