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Palma a Palma

Lapsus

Diversas personalidades conviven en nosotros. Eso significa diferentes caracteres, impulsos, e incluso recuerdos. Generalmente callan y dejan actuar a la personalidad oficial. Pero en ciertos momentos, asoman por un resquicio. Y nos indican que hay partes de nosotros que se resisten al presente. Que siguen ancladas en sus recuerdos.

¿A quién no le ha sucedido el equivocarse en la fecha del año? En alguna ocasión, al firmar algo, te sale un año del pasado. En mi caso, el 2006. ¿Qué ocurre dentro tuyo para que sea justamente ese año el que atraviese los filtros del Inconsciente y salga a la luz? ¿Es un capricho y un mero azar? ¿O existe una intencionalidad profunda que desconoces? Un mensaje, un enigma. ¿Porqué se repite?

Suele ocurrir también que en un piso, buscas la puerta de la cocina donde no está. Hasta que comprendes que el lugar se corresponde a la cocina de otra casa donde viviste hace muchos años. Te ocurre una, otra vez. Y te detienes asombrado. ¿Qué parte de ti se ha quedado en aquel piso que tenía la cocina entrando a la derecha? ¿Por qué no acepta los cambios ni el transcurso del tiempo?

Incluso con las cosas. Los que tuvimos en su día un 2cv nos quedamos con aquella palanca del cambio de marchas horizontal. Y por más que transcurra el tiempo, muchas veces seguimos buscándola en vano. Una de nuestras personalidades se resiste a cambiar de coche. O los itinerarios. Te despistas y acabas llegando a tu antiguo lugar de trabajo, porque una de tus personalidades no renuncia a él.

En una cultura cada vez más unilateralista, ganaríamos mucho si conociéramos nuestras personalidades menores. Las responsables de esos lapsus significativos.

De esta manera seríamos un poco más nosotros mismos.

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