Sobrevivió al crucero Baleares y luchó para que el monumento de sa Feixina fuese derribado, pero Paco Ferrer no podrá verlo. Tras una complicación de una neumonía, el histórico militante del PSOE falleció el miércoles a los 89 años y el vierenes se celebrará un acto civil de despedida a las 18 horas en el cementerio de Son Valentí. El velatorio tendrá lugar de 15 a 19 horas y a él asistirán destacados dirigentes socialistas.

La traumática experiencia que sufrió en la llamada carretera de la muerte, en Málaga, varios días de febrero de 1937 por el continuo bombardeo del buque de guerra franquista le acompañó el resto de su vida. "Tenía mucho miedo, fue desastroso. Oía el llanto de los niños perdidos y veía escenas que me han impresionado para siempre, como un señor sentado en una piedra con la cara volada", tal como relató en 2015, cuando el equipo de gobierno de Cort inició el proceso para la demolición del monumento franquista, que aún se está tramitando.

En el pleno de octubre de ese año, durante el debate sobre su mantenimiento o derribo, Paco Ferrer pidió intervenir y concluyó su exposición afirmando: "No me quiero morir sin haber visto su desaparición". Pero no ha podido cumplir su sueño.

Originario de Málaga, llegó a Palma con el boom turístico de la década de los 60 para trabajar como camarero. Con la incipiente democracia, se afilió al PSOE, donde fue un activo militante, y también formó parte del sindicato UGT, en el que llegó a presidir la Federación de Jubilados. Era un asiduo de los plenos municipales, aunque el fallecimiento de Feli Benítez, su mujer, le sumió en una profunda tristeza y le agravó los achaques propios de la edad, por lo que era menos frecuente verle en actos públicos.

El alcalde, José Hila (PSOE), manifestó en las redes sociales su pesar por la muerte de Ferrer, un hombre "coherente y socialista de corazón, luchador hasta el último día, siempre defendiendo a los trabajadores y a los más débiles", según sus palabras. La memoria de las víctimas de la dictadura franquista pierde otra voz.