Si te quedas sin agua una vez, te resignas. Si ocurre dos veces, te mosqueas. Pero cuando sucede durante cinco días seguidos de forma intermitente y en Emaya no tienen una solución definitiva a corto plazo, llamas al periódico. Es lo que hicieron ayer dos de los vecinos afectados en la zona del Conservatorio. Los problemas se iniciaron el viernes con tres graves averías, debido a que la tubería se rompió en tres puntos diferentes y la empresa municipal tuvo que cortar el suministro general hasta bien entrada la tarde.
Esa mañana se casaba Salvador Carrión, por lo que tanto él como los invitados que alojaba en su piso se tuvieron que duchar en el gimnasio o en las duchas de la piscina comunitaria. El sábado ocurrió lo mismo, y el domingo, y el lunes, y ayer. "De madrugada, sobre la hora que me levanto para acudir a trabajar. Siempre llamo al teléfono de incidencias de Emaya, aunque las brigadas no salen hasta las 7,30 de la mañana", relata quien ya tiene confianza con el empleado de guardia que atiende las llamadas.
Las continuas roturas, que eran solventadas sobre el mediodía, no afectaron todos los días a todos los residentes de la zona -ya que se producían en diferentes puntos hasta Eusebi Estada-, pero otro perjudicado habitual ha sido Juan Moragues, que vive muy cerca de Salvador. "Es comprensible que fallen las reparaciones, aunque hasta cierto punto. Yo ya no me fío, por lo que he empezado a guardar agua, debido a que la situación en casa llega a ser insalubre", explica quien tiene niños pequeños y, como cualquier ciudadano, "hay que ducharse, ir al baño, lavar los platos, poner la lavadora y todo lo que se hace con agua", resume. Él también ha recurrido al gimnasio cercano para su aseo personal, una situación de emergencia que "pasa de castaño oscuro", lamenta el otro denunciante.
Nueva tubería en 2018
Desde Emaya reconocen que las tuberías de la zona de la plaza de Toros y el Conservatorio están muy obsoletas y explican que el próximo año se renovará toda la red, tal como establece el plan de inversiones. Sobre que se hayan producido tantas averías seguidas en tan poco tiempo, "es debido a que en esta época los cambios de temperatura son más extremos y, unido a la antigüedad de la red, las contracciones y dilataciones del material causan roturas".
Asimismo, cuando se corta el suministro para arreglar la rotura y, al cabo de un tiempo, se vuelve a dar presión, esa fuerza puede provocar a veces una nueva rotura en otro punto de la tubería.
